(NBAmaniacs). – Se confirma una de las informaciones que pueden desencadenar toda una tormenta de movimientos desde ya este mismo verano. Según ha podido saber Adrian Wojnarowski para The Vertical, Paul George ha comunicado ya a los Indiana Pacers que tiene intención de convertirse en agente libre dentro de un año, cuando su contrato vigente expire. Y no solo eso, George también habría adelantado a su franquicia actual que cuando eso ocurra abandonará Indiana y pondrá rumbo a otro equipo.
En esa voluntad de salir de los Pacers hay un deseo indeleble, que es terminar jugando en Los Angeles Lakers. De hecho, el agente de Paul George, Aaron Mintz, así se lo habría deslizado a Indiana. Con esta declaración, el alero quiere que sus intenciones sean conocidas desde el principio en la franquicia y que así todo el mundo pueda actuar en consecuencia.
George posee contrato por una temporada más garantizada (19,3 millones como salario) y otra adicional, en la que el jugador puede optar por salirse del contrato (20,5 millones) y ser agente libre en el verano de 2018. Ésa es precisamente la intención de George, que esta temporada ha promediado 23,7 puntos, 6,6 rebotes y 3,3 asistencias y ha visto colmada su paciencia para competir con un equipo ganador en Indiana. Ésa ha sido desde hace años su principal reclamación a los despachos y, al no haber sido satisfecha. George considera que su estancia en los Pacers toca a su fin.
George y California
Podría entenderse este anuncio, por la fecha pre-estival en la que se produce, como un aviso para que los Pacers y su nuevo presidente, Kevin Pritchard, se rasguen las vestiduras remodelando el equipo de cara a la temporada 2017-18. Sin embargo, el deseo de George de acabar en los Lakers parece bastante potente —empieza a explicarse por la ascendencia californiana del jugador—.
Así, George ha avisado de sus intenciones con tiempo a los Pacers para que la entidad pueda tener tiempo de reacción para hacer lo que crea oportuno. O bien aguantar con él hasta el final de la temporada —e intentar, por el camino, hacer que se quede— o bien traspasarle para jugar esta última campaña de su contrato en otro equipo. De esa manera, Indiana podría obtener algo a cambio antes de que George se fuera a cambio de nada dentro de un año.
Niveles de salario
Al no haber sido incluido en los mejores quintetos de la temporada 2016-17, Indiana perdió una gran baza para retener a George. Si hubiera estado con los mejores, los All-NBA, Pacers le hubiera podido ofrecer un contrato de renovación por cinco temporadas y 207 millones (41,5 millones de dólares por año). Si no le convencían las directrices deportivas, podrían hacerlo las administrativas.
Pero no habiendo clasificado el alero entre los All-NBA 2017, Indiana solo podrá llegar hasta un máximo de 177 millones por cinco años (35,4 por temporada). En los Lakers o cualquier otro lugar podrá recibir propuestas por valor de 130 millones y cuatro años de compromiso (32,5 cada curso).
Lakers y el mercado
La declaración de Paul George supone un incremento sustancial del valor de los Lakers en el mercado de jugadores. El “sí” del alero californiano puede implicar un nuevo —e inesperado en este momento— atractivo para reclutar jugadores libres desde, ya, este mismo verano 2017.
Y sabiendo la voluntad del jugador, a buen seguro Magic Johnson, presidente de los Lakers, y Rob Pelinka, general manager, marcarán el número de teléfono de Indiana para intentar concretar un acuerdo por George. Mejor tenerle en 2017 que en 2018, desde luego, aunque eso supondría entregar algo a cambio en un traspaso. Sin embargo, con la fecha de caducidad que George ha lanzado al aire, la iniciativa de la negociación la deberían llevar los Lakers, nunca los Pacers, que se quedarían sin nada si mantienen al jugador en sus filas hasta pasado febrero.
Lo que no querrían en los Lakers es deshacerse de talento joven para conseguir a George antes de 2018. Al menos eso es lo que afirma Ramona Shelburne en ESPN, periodista con excelentes contactos en Lakerland. Los dirigentes de los Lakers considerarían el núcleo joven de la plantilla como innegociable y algo a no tocar de cara a la reconstrucción en la que está inmersa la franquicia californiana.
Opción de Boston
Tampoco es cien por cien descartable que Danny Ainge y los Boston Celtics tecleen el número de los Pacers para tantear el terreno por Paul George. De sobra es conocido que el alero es debilidad ‘verde’ y la entidad de Massachusetts podría intentar conseguir un traspaso. No obstante, conociendo la predisposición de George para vestir el púrpura y oro en 2018, será difícil que Boston vuelque demasiados esfuerzos en la negociación.
En estos momentos, los Celtics tienen mucho que ofrecer en un traspaso por una superestrella, después de haber dejado listo el traspaso de su primer elección del Draft 2017 a Philadelphia.
En cualquier caso, el anuncio de Paul George a los Pacers desencadenará una manada de rumores y movimientos que agitarán la liga durante los próximos meses. Lo que parece más o menos definido es que el jugador desea terminar en los Lakers.