(mediotiempo.com). – Algún día, LeBron James se despedirá del basquetbol y los reflectores iluminarán a alguien más… sin emabrgo, es el Rey de la NBA en este momento y lo confirma al llegar a su séptima Final al hilo.
Durante una postemporada en la que encaminó a los campeones Cavaliers a una marca de 12-1 y destronó a Michael Jordan como el máximo anotador en la historia de playoffs, James no solo se colocó en posición de ganar un cuarto campeonato, sino que intensificó el debate sobre si es o no el mejor jugador de la historia.
James siempre ha rechazado las comparaciones con Jordan, al decir que esa conversación “solo es buena en las peluquerías” y que el original número 23 ha sido su inspiración y no su objetivo.
“Cuando era niño hacía prácticamente todo lo que hacía MJ”, reconoció James. “Tiraba en retroceso desde antes de que debiera hacerlo. Vestía zapatos negros con rojo y calcetas blancas. Utilizaba pantaloncillos demasiado cortos para que se me pudieran ver los que llevaba debajo. No estoy calvo como Mike, pero ya casi. Fuera de eso, hacía todo lo que hacía Mike. Incluso llevaba una muñequera en el antebrazo”, dijo James.
Al gozar una de sus mejores postemporadas en el aspecto estadístico (32.5 puntos por partido, 8,0 rebotes, 7,0 asistencias y 57% de tiros de campo después de 13 duelos), James desecha todos los argumentos sobre el verdadero Jugador Más Valioso de la liga. Aunque terminará detrás de Russell Westbrook, James Harden y Kawhi Leonard una vez que se entregue el premio de campaña regular el mes entrante, durante las últimas seis semanas James les ha recordado a todos que sigue siendo el referente a los 32 años de edad.
Puso los parámetros mucho más altos durante una década en la que sus acciones — dentro y fuera de la cancha — han moldeado a la liga.