(La Voz de Michoacán).- Para el sector magisterial frente a grupo, la problemática de la conducta al interior de los centros educativos por parte de los escolapios sigue siendo una situación difícil de resolver, el problema de mayor reincidencia, en especial por la negativa de participación al 100 por ciento de los padres de familia, quienes por cuestión cultural, tiempo o falta de interés, no atienden las situaciones del entorno social y familiar que arrastran a las aulas sus hijos, donde pueden ser objeto de violencia o los sujetos que la ejercen.
“Se busca en la manera de lo posible completar los programas de educación, llevar al niño al conocimiento para que se desarrolle en el ámbito de las ciencias y de las artes, pero también se debe apoyar en otras cuestiones extra escolares, los valores, esos valores que no siempre traen bien cimentados de sus hogares”, dijo la docente María Domínguez.
Y es que, en todos los centros educativos, en especial aquellos asentados en las zonas clasificadas como focos rojos en pobreza, inseguridad o falta de servicios, es donde se presentan problemas de violencia entre los menores, o incluso otros que pueden afectar más a la sociedad educativa, como es la portación, venta o consumo de sustancias tóxicas, o las amenazas de inseguridad por agentes externos de los centros educativos que amenazan la praxis del proceso de enseñanza – aprendiza.