TLAPEHUALA, GRO. Los perros callejeros han invadido el mercado municipal; el espacio tienen que compartirlo con las personas que venden en ese lugar y con quienes tienen la necesidad de comprar sus alimentos.
En un recorrido que este medio realizó por el mercado municipal, se pudo constatar que está lleno de canes callejeros.
Los hay de todos los tamaños y colores; todos ellos andan en busca de desperdicios alimenticios que les sirven para subsistir.
Comerciantes de ese lugar informaron que durante la mañana es cuando la proliferación de los perros es mayor, principalmente los días en que los tablajeros “hacen las matanzas”.
Informaron que aun cuando los tablajeros sacrifican a los animales en el rastro, que está a unos metros de distancia del mercado municipal, la mayoría de los tablajeros acarrea toda la carne para destazarla en sus locales comerciales.
Indicaron que es en ese momento cuando los animales caninos se dan un festín, ya que muchos obtienen un hueso por el cual protagonizan peleas a “muerte” y siempre gana el más fuerte.
La mayoría de los perros callejeros que deambulan en el mercado municipal de Tlapehuala son perros que a simple vista se notan enfermos, algunos de ellos tienen sarna, otros más se les pudo apreciar garrapatas y el menos afectado, está desnutrido, flaco y con las patas temblorosas.
Cabe señalar que ninguno de los perros que ayer se observó en el mercado municipal traía colgada alguna placa producto de la vacunación, por lo que es fácil deducir que estos perros no están protegidos contra las enfermedades propias como la rabia y otras.
En la Jurisdicción Sanitaria 01 Tierra Caliente revelaron que momentáneamente no hay programación de una próxima visita de la “perrera”, porque ésta, tiene que recorrer los 81 municipios, ya que el gobierno del estado solo tiene una perrera para atender la problemática de toda la entidad.
Los perros que deambulan en el mercado municipal de Tlapehuala, prácticamente conviven con las personas que degustan sus alimentos, ya que mientras se alimentan, bajo sus pies, hay muchos perros en espera de algún desperdicio que al comensal se le caiga.
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