ECATEPEC, Méx.— En el perímetro donde se registró la explosión de una pipa de gas el martes pasado, en el poblado de San Pedro Xalostoc, viven en riesgo cerca de 300 familias, reconoció el ayuntamiento.
El alcalde Pablo Bedolla López indicó en entrevista que algunos de los residentes han solicitado su reubicación, luego del accidente en el que 24 personas han muerto.
El edil explicó que los habitantes que se encuentran en esa zona cercana a la autopista México-Pachuca tienen miedo de que se presente otro incidente similar.
“La zona donde están pidiendo la reubicación es la oriente, donde viven los vecinos prácticamente bajo los torres de la Comisión Federal de Electricidad”, dijo.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes inició la realización de un censo en la zona del siniestro, así como un estudio para determinar el trazo de la autopista y el riesgo en el que viven las familias que se encuentran a unos centímetros del derecho de vía.
Hasta ahora, expuso el alcalde de Ecatepec, el diagnóstico no se ha terminado. “No todos están pidiendo reubicación, otros están pidiendo reparación”, explicó.
Bedolla aclaró que algunas de las viviendas que están a un costado de la autopista, en el lado oriente, son asentamientos irregulares.
Aseguró que los peritajes que se han realizado a las viviendas dañadas por la explosión determinó que no todas deben ser demolidas.
La mañana de ayer fueron reanudadas las clases en el jardín de niños Rosaura Zapata, que resultó con daños por la explosión.
Se guardó un minuto de silencio en memoria de las 24 personas fallecidas por la explosión. Felipe, un alumno de preescolar, fue uno de los menores que murieron en el percance. Se destinó un millón de pesos para la rehabilitación del plantel.
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