Decepcionó el Tri con ‘ayuda’ arbitral

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Sin sificiente fútbol pero tampoco fortuna, la Selección Mexicana comenzó a temblar en la Copa Oro.

Un empate sin goles ante una Guatemala ultradefensiva pero ordenada que terminó con 10 hombres, la colocó en una posición inimaginable a estas alturas del torneo: como sublíder de Grupo, por debajo de Trinidad y Tobago.

El equipo de Miguel Herrera podrá justificar que no le marcaron dos penales, uno claro y el otro no tanto; que el portero chapín hizo la atajada de su vida, que por proponer no quedó y que el travesaño se interpuso en el camino.

Lo cierto es que precisamente por esquemas defensivos como el presentado por Guatemala fue que el “Piojo” decidió cambiarle el estilo al Tricolor.

Evidentemente el mismo no funcionó, menos cuando el primer movimiento lo hizo a 20 minutos del final, después de un juego que durante gran lapso fue trabado, ríspido y tenso.

Para Guatemala el resultado fue como un título. Incluso podrán jactarse de la oportunidad que tuvieron a los 8 minutos, cuando el “Gallito” Vázquez regaló un balón que derivó en una descolgada que remató bombeado Minor López a centímetros del poste.

Los centroamericanos le apostaron a la estrategia del autobús al fondo y una llegada así era lo que esperaban. Presentaron una línea de cinco defensas en la que ningún lateral subía y el mediocampo sellaba la almeja cuando el Tri llegaba a tres cuartos de cancha.

Así parecía imposible. Un México adormecido que parecía querer ganar solo a fuerza de insistencia lamentaba una mano clara de José Contreras al 15′ que habría sido penal, entre intentos cercanos de Héctor Herrera y Paul Aguilar, pero sobre todo uno de Andrés Guardado, quien remató a bocajarro ante una punta del pie del portero Víctor Ayala que resultó providencial al 33′.

El árbitro no concedió nada que definiera el partido. Incluso la roja a José Contreras al 75’ será material de polémica, tal como otro penal que pidió Aguilar al 71’ por un empujón.

Al Tricolor se le acabó el tiempo y el ingreso de Carlos Esquivel al 67’, cuando el público coreaba a Giovani dos Santos, lo volvió más punzante pero de manera insuficiente. Un bombazo al poste de Héctor Herrera al 86’ confirmó el infortunio, aunque desde antes Oribe Peralta rebanó un remate en el área chica que terminó en las manos del portero chapín.

El “Piojo” mandó a Giovani hasta el 83’ y poco después al “Chuletita” Orozco como tabla de salvación. Pero los movimientos llegaron como recursos desesperados y tras un silbatazo final que desató los abucheos la Selección difícilmente podrá darse el lujo de rotar jugadores para definir el pase a la siguiente ronda el miércoles en Charlotte contra el sorpresivo líder trinitario.

[MEDIOTIEMPO]

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