Dan 41 meses de cárcel por inmigrantes explotados

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Un exgerente de un matadero kosher en Iowa fue sentenciado el viernes a pasar 41 meses en prisión por albergar y explotar a trabajadores que se encontraban ilegalmente en Estados Unidos.

La jueza federal de distrito Linda Reade dijo que la sentencia de tres años y medio para el exgerente de la planta avícola Agriprocessors, Inc. Hosam Amara estaba en la parte superior del rango recomendado de pena, en virtud de las pautas de sentencia.

Reade rechazó la solicitud de la fiscalía de dar una sentencia más larga para Amara, quien también fue acusado de explotar sexualmente a las trabajadoras. La jueza alegó que el gobierno presentó pruebas de comportamiento altamente inadecuado en el lugar de trabajo, pero nada que ameritara un plazo más largo tras las rejas.

La fiscalía federal había solicitado una pena de seis años y medio de prisión para el exgerente por la explotación de trabajadores migrantes a cambio de trabajo, dinero y relaciones sexuales. Los abusos precedieron a una redada en mayo de 2008 en la planta de Agriprocessors, Inc., en la cual arrestaron a 389 trabajadores.

La redada masiva devastó la ciudad de Postville, Iowa, donde Agriprocessors era el mayor empleador. La mayoría de los trabajadores arrestados pasaron cinco meses en la cárcel por posesión de documentos de identificación fraudulentos y después fueron deportados a distintos destinos, algunos de ellos a Guatemala.

A la pena de 41 meses de prisión se le restarán más de 11 meses que Amara ya ha pasado en prisión preventiva desde su detención.

Reade dijo Amara dio empleo a sabiendas a inmigrantes que no eran elegibles y que además se benefició de ellos vendiéndoles autos usados.

Por medio de testimonios explícitos, los fiscales esperaban convencer a la jueza Reade que sentenciara a Amara a 78 meses de cárcel, una de las penas máximas dentro del rango recomendado según las pautas vigentes. En un memorándum, el fiscal Sean Berry instó a Reade a castigar a Amara por la “explotación financiera y sexual de trabajadores extranjeros indocumentados”.

Amara, el exgerente de la planta de procesamiento de aves, es el único supervisor de la empresa condenado por un delito relacionado con la inmigración. El año pasado se declaró culpable de colusión con terceros para aprovecharse con fines lucrativos de los inmigrantes sin autorización legal para vivir en el país

La fiscalía dijo que sus testigos explicarían cómo Amara reclutaba y empleaba inmigrantes, les ayudaba a obtener documentación falsa y trataba de ocultarlos en la nómina de pago de una compañía fantasma. Dos días después de la redada, Amara dijo a cientos de trabajadores que no tenían permiso para trabajar en Estados Unidos pero que no habían sido arrestados que volvieran a trabajar y después huyó a Israel para eludir a los investigadores.

Varios extrabajadores denunciaron que Amara presionaba a las mujeres inmigrantes a prodigarle favores sexuales a cambio de mejores empleos, incluso a una mujer casada a la que embarazó.

Un empleado había dicho que los trabajadores sin permiso legal para trabajar en Estados Unidos le dieron pagos de 500 dólares a Amara para conseguir empleo y que los trataba como “esclavos” exigiéndoles que procesaran hasta 60 pollos por minuto, indican los registros judiciales del caso.

Notoria por sus sentencias severas, la jueza Reade ya ha sentenciado al ex director general de Agriprocessors, Sholom Rubashkin, a 27 años de prisión por fraude bancario.

Con 4.000 dólares en efectivo y aconsejado por Rubashkin, Amara huyó a Israel poco después de la redada. Fue arrestado allí en 2011 y extraditado a Estados Unidos el año pasado.

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