(NBAmaniacs). 21 marzo – El segundo regreso de Kevin Durant a Oklahoma City volvió a reabrir viejas heridas. Si bien el alero solo estuvo en el banquillo aún recuperándose de su grave lesión de rodilla, la animadversión entre los jugadores de Warriors y Thunder volvió a ser palpable. Eso sí, como en su primer partido en OKC, en la cancha solo hubo un equipo. Golden State, lanzados por el acierto de Stephen Curry y Klay Thompson, se llevó la victoria por 95-111.
Triples y mala sangre
Los “Splash Brothers” dejaron atrás la irregularidad de las últimas semanas con una exhibición de tiro. Thompson terminó con 34 puntos y un 7/15 en triples, mientras que Curry lo hizo con 23 puntos y 7/12. El base ganó con claridad la batalla a un desdibujado Russell Westbrook, quien no pasó de los 15 puntos (4/16 en tiros de campo), 8 rebotes y 7 asistencias, y además se colocó al borde de ser suspendido por un partido tras recibir su 15ª técnica de la temporada.
El base recibió este castigo tras involucrarse en una tangana iniciada por Semaj Christon y Stephen Curry. Ambos jugadores también recibieron técnica, además de Draymond Green. Fue el punto culminante de un partido tenso, calentado por las informaciones sobre un presunto malestar de los Warriors, desmentido después por Stephen Curry y Steve Kerr, por el trato de Oklahoma City a Kevin Durant.
Sin historia
Y si bien esta clara enemistad entre Warriors y Thunder pudo haber calentado el partido, el resultado no dio para mucho. Tras un inicio igualado, el equipo de Steve Kerr llegó con 20 puntos de diferencia al descanso (39-59) para evitar más problemas de los necesarios. Con Curry y Thompson de nuevo en buen momento físico, y con Westbrook alejado de su mejor versión, la victoria de Golden State nunca estuvo en riesgo.
Es la cuarta victoria de unos Warriors que dejan atrás su preocupante bache de resultados de principios de mes, y les vuelve a lanzar directos a terminar con el mejor balance de la temporada, ya con tres victorias más que San Antonio. Oklahoma City, por su parte, se queda con un balance de 40-30 en sexta posición, ahora compartida con Memphis, y de nuevo con la espina clavada de no ser capaces de ganar al equipo que les arrebató a Kevin Durant en verano.