La historia registra que en el Invierno 97 León sacó otro triunfo como visitante ante América, aunque dicho partido se disputó en el estadio La Corregidora.
Fue el sábado 26 de julio a las 15:00 horas en el marco de la Jornada 1 cuando América actuó como local en el inmueble queretano. El Estadio Azteca estaba indispuesto para el futbol debido a que el 4 de agosto de ese año se disputaría el “American Bowl”, partido de Pretemporada de la NFL, entre los Broncos de Denver y los Delfines de Miami.
No sólo América debió abandonar su casa, pues Atlante y Necaxa también se vieron obligados a cambiar la sede de sus primeros partidos en aquel campeonato del segundo semestre de 1997.
Con goles de Roberto Medina, Fabián Prátola y Hernán Medford, León se llevó el triunfo 2-3 ante las Águilas de Jorge el “Indio” Solari. Ricardo Peláez, hoy Presidente Deportivo de América, fue quien marcó los dos goles para el cuadro azulcrema, aunque pasó de héroe a villano, pues tuvo la oportunidad de anotar el tanto del empate, pero a los 84 minutos falló un penal.
A partir de ese momento habría que remontarse 35 años en la historia para otro triunfo de León visitando al América, aunque tampoco en el coloso de Santa Úrsula, pues para entonces ni siquiera había sido construido.
Fue en la temporada de 1962-1963 cuando La Fiera se llevó el triunfo ante las Águilas que disputaban sus partidos en la cancha del estadio de Ciudad Universitaria, hoy llamado Olímpico Universitario, tras los Juegos Olímpicos de 1968 en la Ciudad de México.
Así, el equipo de Gustavo Matosas tendrá que ir contra la historia si quiere sacar las tres unidades del estadio que para sus jugadores no “pesa”, aunque el pasado diga lo contrario.
Chivas, tan lejos y tan cerca de la Liguilla
Si bien Chivas tiene en sus manos su propio destino en el futuro inmediato, pensando en avanzar a la Liguilla del balompié mexicano, la realidad de las cosas es que Chivas no tiene un panorama sencillo, en la búsqueda de trascender en el primer torneo bajo la gestión del Instituto Johan Cruyff al frente del Guadalajara.
Hoy por hoy, Chivas tiene un pie dentro de la Liguilla, puesto que actualmente ocupa la octava posición en la Tabla General, sin embargo, posee dicha posición dado que cuadros como Monarcas y Rayados no han disputado su respectivo encuentro de la Jornada 13, los cuales fueron reprogramados por la fecha FIFA.
En caso de que estos dos cuadros consigan sumar, estarán desplazando a Chivas de la octava posición, y por ende, complicando el destino del Guadalajara, que acumularía su segundo torneo de forma consecutiva, y cerrando el 2012 sin avanzar ni trascender en el torneo regular.
Si las cosas ocurren de este modo, y tanto el equipo michoacano, así como los dirigidos por Víctor Manuel Vucetich retoman la senda del triunfo, estarán complicando las posibilidades del Guadalajara en el torneo.
Por eso, Chivas no puede perderles la pisada a los equipos con los que viene disputando, al menos, desde hace cuatro semanas, la posibilidad de meterse entre los primeros ocho puestos que tienen derecho a clasificar a la “Fiesta Grande” del balompié mexicano.
Al Rebaño le restan cuatro encuentros, en los que se enfrentará a rivales que en el papel lucen inferiores a las capacidades de Chivas: el cuadro de Van’t Schip tiene por delante al Atlante, Atlas y Querétaro, pero cerrará su participación en el torneo regular recibiendo la visita del actual superlíder del campeonato, Xolos de Tijuana, quien está peleando por avanzar a la Copa Libertadores 2013.
Una derrota o cualquier resultado adverso, estará complicando sus aspiraciones de avanzar a la ronda posterior, alargando a un año sin que Chivas vuelva a pisar terrenos de aspiraciones a pelear por el título del futbol mexicano.
En cambio, si Guadalajara mantiene el buen paso del triunfo, y se combina con que alguno de los dos equipos citados pierda el paso, tendrá amplias posibilidades de clasificar a la Liguilla, lo cual daría validez y respaldo al incierto proceso de Johan Cruyff al frente del proyecto deportivo del Rebaño, que también está ávido de entregar buenas cuentas y darle alegrías a su afición, a la cual no terminó de convencer con las más recientes victorias conseguidas en el certamen.
