Sí no se da la reforma energética de fondo habría un duro golpe para la economía de los mexicanos, advirtió el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, después de describir las consecuencias de un país mermado en seguridad energética e importador neto de productos petrolíferos.
El funcionario federal encabezó este día en Casa de Gobierno un foro sobre la Reforma Energética que impulsa el gobierno de Enrique Peña Nieto, y después en conferencia de prensa, consideró “inaplazable” su aprobación por parte de los legisladores del país.
En ambas actividades estuvo presente el gobernador del estado, Fausto Vallejo Figueroa, quien en un evento previo subrayó que con la aprobación de la Reforma Energética se podrá garantizar la generación de más energía, asegurando que sea más barata para las pequeñas y medianas empresas.
Actualmente, las tarifas eléctricas de México se posicionan en el tercer lugar en la escala de las más caras a nivel mundial.
Factores que motivaron la Reforma Energética
El titular de la Secretaría de Energía inició su participación con un diagnóstico poco alentados sobre la situación del país, en lo que corresponde a la producción de crudo y gas natural.
Expuso que en los últimos ocho años, la producción de crudo del país, de la cual depende el 35 por ciento del financiamiento del presupuesto de egresos, disminuyó de tres millones 383 mil barriles diarios a dos millones 548 mil barriles, es decir poco más de 800 mil barriles diarios.
Con lo anterior, destacó, se dejaron de percibir cerca de 22 mil millones de dólares anuales en promedio.
Lo mismo ha pasado con la producción de gas. Subrayó que mientras en 1994, sólo importaba México el tres por ciento del gas natural que se consume, en el 2013 importa el 33 por ciento del gas que se requiere.
“Esto, sumado a que no hubo suficiente inversión para ampliar y modernizar la red nacional de gasoductos, nos llevó a que el año pasado y buena parte de este año tuviéramos que restringir el abasto de gas al sector privado y a la Comisión Federal de Electricidad”, manifestó, con la precisión de que las alertas críticas propiciaron a la CFE pérdidas por casi 19 mil millones de pesos, el año pasado; y hasta junio de este 2013 la cifra asciende a 14 mil millones de pesos.
Añadió que la tendencia a la baja en la producción de petróleo crudo y de gas natural, repercute negativamente en la producción de combustible, a grado tal que el 49 por ciento de las gasolinas que en México se consumen son importadas.
Tanto en el Foro como en la conferencia de prensa, resaltó que el ideal es instrumentar en Petróleos Mexicanos el esquema de una empresa autónoma, pero para lograrlo se tendrá que avanzar gradualmente. El primer paso, sería lograr la aprobación de la Reformar Energética.
Entre las acciones por realizar, hizo hincapié en la reorganización interna de Pemex en dos divisiones: una dedicada a la exploración y extracción, y otra a la transformación industrial, almacenamiento y transporte de combustible.
Consideró fundamental hacer una reestructuración del Consejo de Administración; fortalecer el régimen de transparencia y rendición de cuentas; y dar a Pemex la libertad de asociarse para la exploración, extracción y edificación de refinerías.
Actualmente, Petróleos Mexicanos exporta a Estados Unidos el 76 por ciento del Petróleo, y dado que ese país está en vísperas de la autosuficiencia, se tendrán que hacer adecuaciones para la exportación a los mercados asiáticos. Ello derivaría inversiones para el puerto de Lázaro Cárdenas.
Por otro lado, habló de destinar un porcentaje de los recursos que se obtienen a un Fondo Mexicano del Petróleo, que permita tener ahorro público de largo plazo a fin de sustentar tensiones y eventualmente utilizarlo para invertir en infraestructura y educación.
Riesgos
De no aplicarse la Reforma, advirtió que se afectará la competitividad de las empresas, en detrimento de la generación de empleos; y con la disminución en la producción de hidrocarburos habrá un decremento en la renta petrolera, situación que incidiría negativamente en las participaciones que por dicho concepto reciben los estados y los municipios.
Cuestionado respecto a si hay temor en el gobierno federal por la posible realización de la consulta pública que promueve Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, para evitar la reforma en los términos planteados por la administración de Enrique Peña Nieto, respondió Joaquín Coldwell que no hay ningún temor y el asunto corresponde decidirlo al Congreso y al Instituto Federal Electoral.
“Lo que si nos parece es que al país le urge una Reforma Energética, y que los legisladores deben de proceder a aprobarla, no diferirla, porque si diferimos la reforma energética va a retrasar que bajen las tarifas de luz y gas”, sostuvo.
El tema de la inseguridad no pasó desapercibido en la conferencia de prensa que concedió el funcionario, a quien se le preguntó sobre los ataques que hace semanas sufrieron las subestaciones de la Comisión Federal de Electricidad en al menos diez municipios michoacanos y en relación al supuesto desabasto de combustible en municipios con presencia de grupos de autodefensa. El primer tema lo calificó: “una situación superada”, y del segundo aseguró no tener reportes.
Sobre esto último, hizo una breve consulta con el gobernador, Fausto Vallejo Figueroa, ahí presente, quien también respondió en términos negativos.
La frase:
“Mientras otros (países) van a la velocidad del supersónico, nosotros vamos a la velocidad de un burro, y lo que está pasando al otro lado de la frontera es que se está dando una revolución energética”, exclamó Pedro Joaquín Coldwell.
