NAUCALPAN, Méx. “Ya se necesita una medallita de caminata”, dice Pedro Aroche Montero, entrenador de marcha, quien busca atletas de alto rendimiento en colonias populares del estado de México.
Aroche Montero fue entrenador de los andarines Carlos Mercenario y Noé Hernández, medallistas de plata en los juegos olímpicos de Barcelona 1992 y Sidney 2000, respectivamente.
“Hay una cosa en este deporte, que si no busca uno a los atletas, pues no los hay, entonces hay que encontrarlos en los pueblos y traerlos. Y necesitamos el apoyo”, afirma.
Añade: “Una autoridad que te apoye en lo económico, porque se necesita para transporte, para comer, algo así, un entrenador y el atleta. Y hay que buscar un atleta magnífico, por decirlo así, para que llegue a nivel de Olimpiada, de medallista, porque una cosa es ir a Olimpiada y otra traer medalla, muy diferente. Una cosa es pasear y otra ir por algo, estar preparado”.
Aroche Montero, de 67 años de edad, originario del municipio de Soyaniquilpan, estado de México, fue marchista de 50 kilómetros y compitió en los juegos olímpicos de Munich, Alemania, en 1972. Lleva 40 años de entrenador y por su disciplina ha llevado a dos marchistas a convertirse en medallistas olímpicos.
El estratega relata que actualmente alberga en su domicilio a tres jóvenes promesas de la caminata, originarios de Huehuetoca, Santiago Tianguistengo y Soyaniquilipan, estado de México, y próximamente llegará otro de Tijuana, Baja California.
“Nunca lo he dicho en los medios, pero tengo en tu pobre casa tres atletas y me va a llegar otro de Tijuana. Pero qué hago, mientras tienen que comer y en muchas ocasiones son pobres, bueno casi siempre. Tienen que comer y luego veré cómo los hago” para que obtengan becas económicas de apoyo y continúen con su preparación, agregó.
Aroche Montero afirma que por lo regular los marchistas provienen de familias de escasos recursos económicos, que es quizá lo que los impulsa a obtener la gloria.
“El mexicano es de hazañas. ¿Cómo llegan a medallas?, no sé. Cada medalla es una historia bien difícil de entender por lo que pasaron esos atletas para poder ser medallistas olímpicos, pasaron carencias para entrenar, creo que mucha gente ni siquiera para el camión tenía”, expresa.
Añade: “Decía mi esposa, refiriéndose a los directivos, ‘cómo quieren medallas olímpicas si el atleta come una torta guajolota y un refresco’. Le digo ‘a veces ni torta guajolota’ y es verdad, es exactamente la verdad”.
Aroche Montero entrena actualmente al juvenil Jesús Tadeo Vega, tercero del mundo en Rusia y con amplias aspiraciones para Río de Janeiro.
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