(La Voz de Michoacán).- En México no se tiene cultura del consumo de pescados y la trucha no es excepción. Si las familias zitacuarenses consumieran un kilo de trucha arcoíris a la semana, los productores no tendrían la necesidad de vender su producto en otros estados como Quintana Roo y Baja California. Esto se debe -muy probablemente- al desconocimiento de los diferentes pescados y sus características alimenticias, dijo el biólogo Manuel Sarmiento, productor de trucha arcoíris en el municipio. El reto ahora es promover sus bondades, ya que la trucha es un alimento muy completo.
La trucha arcoiris de la región Oriente es un pescado de extraordinaria calidad que crece en aguas de manantial de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca. Es una fuente inmejorable de proteína, fósforo, vitaminas y de ácidos grasos omega 3.
“México es uno de los países con más regulación para el control de las granjas acuícolas, por lo que, a los productores nos traen constantemente con las certificaciones. El pescado de granja mexicana: tilapia, trucha bagre y más, son de gran calidad. Las truchas requieren ser criadas en aguas muy limpias y muy frías, como en regiones que posean manantiales de agua de alta calidad. Es decir, el agua en la que crece esta especie debe estar libre de contaminantes, residuos químicos o cualquier contaminante ya que de lo contrario la trucha muere.