Escrito por: Zirandarence.com
Ocho de los 34 manifestantes que se entregaron la víspera a funcionarios de inmigración en la frontera entre Texas y México, sin documentos que autorizaran su presencia en Estados Unidos, fueron liberados ya, informó el martes su abogado.
De los liberados, siete, incluidos cuatro menores y tres padres de familia, salieron de una oficina de la Policía de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Laredo, aproximadamente al mediodía del martes, dijo el abogado David Bennion. Agregó que quedaron en libertad condicional y a salvo de su deportación por un año, luego de solicitar asilo, y comparecerían ante jueces de inmigración en los próximos meses.
Los otros 26 migrantes permanecían detenidos por la policía de ICE y las autoridades no revelaron su paradero, dijo Bennion.
Casi todos los miembros del grupo marcharon la mañana del lunes con la determinación de cruzar la frontera entre Nuevo Laredo, en el norte de México, y Laredo, en el sur de Texas, vestidos con togas y birretes de diversos colores. Reclamaron que es injusto que no sean admitidos en el país donde pasaron la mayor parte de su niñez al haber sido traídos por sus padres sin autorización.
Una mujer hondureña, a quien el grupo de detenidos conoció en el albergue para inmigrantes donde permanecieron en Nuevo Laredo, fue liberada también el lunes por la noche. La mujer centroamericana trataba de ingresar a Estados Unidos a fin de obtener ayuda médica para su hija de 4 años, ciudadana estadounidense que padece parálisis cerebral, dijo Bennion.
“Es una prueba que el gobierno sí puede hacer lo que le estamos pidiendo”, expresó Bennion. Agregó que esperaba que los 26 migrantes restantes también fueran liberados pronto.
Los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza, quienes determinan quién puede entrar a territorio estadounidense, dijeron que las leyes de privacidad no les permitían hablar de casos individuales.
Los 34 manifestantes siguen los pasos de un grupo de nueve jóvenes, denominado los “Dreamers 9”, que cruzó la frontera a Nogales, Arizona en julio. Solicitaron asilo, fueron detenidos y liberados alrededor de dos semanas después de arribar al lugar.
Como telón de fondo de la protesta está una orden ejecutiva del presidente Barack Obama que les otorgó a los jóvenes inmigrantes, que fueron traídos sin permiso legal al país cuando eran niños, el beneficio de solicitar una suspensión temporal de su deportación, y trabajar con una autorización provisional de empleo.
Los jóvenes que cruzaron el lunes habían abandonado Estados Unidos de manera voluntaria o habían sido deportados meses, semanas o incluso días antes de que Obama anunciara la expedición de la orden ejecutiva.
Entre los manifestantes estaba Edna Flores, una joven de 22 años proveniente de Hermosillo en el noroeste de México. Sus padres la llevaron cuando solo tenía 6 años, pero ella decidió dejar Phoenix en enero de 2012 al decidir que no podría encontrar trabajo o continuar su educación después de graduarse del bachillerato.
Flores viajó en autobús 26 horas para reunirse con el grupo en Nuevo Laredo e intentar volver a Estados Unidos.
“Lo único que quiero es estar de regreso con mi familia”, dijo antes de ser detenida.
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