(Notimex).- La Comisión de Recursos Hidráulicos del Senado de la República se reunió con el comisionado de la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos, Roberto Fernando Salmón Castelo, quien expuso la situación del líquido en la frontera de ambas naciones.
El presidente de la comisión, Aarón Irízar López, consideró que se trata de un tema fundamental que involucra una política bilateral, que debe velar por los intereses de los mexicanos y buscar equilibrio en la relación con el país vecino.
Agregó que para que exista uso eficiente y racional del agua es necesario que se implemente infraestructura entre ambos países.
Debemos hacer sinergia para entender la importancia de los acuerdos, porque éstos no son productos terminados y deben seguir ajustándose para construir equilibrio, lo que no es tarea fácil, porque históricamente tienen más de cien años, puntualizó.
En tanto, el senador del Partido Revolucionario Institucional, Patricio Martínez García, consideró necesario modificar las condiciones impuestas a los estados fronterizos en los tratados internacionales, “Chihuahua no recibe ni un peso, ni las gracias, por el agua que entrega, lo que es un atraco contra el pueblo de esa entidad”.
Advirtió que se trata de un asunto de prioridad nacional, pues las inversiones que tienen que hacerse son de una magnitud gigantesca, debido a que no se ha previsto en los presupuestos anuales y el problema ha avanzado, “hasta que estalle en una inconformidad social o un colapso del Río Bravo por el desequilibrio en el que se encuentra”.
A su vez, el senador del Partido Acción Nacional (PAN), Víctor Hermosillo y Celada, propuso implementar un plan de contingencia en la Cuenca del Colorado, que permita prever cualquier anomalía en la distribución del agua que se le proporciona a 27 millones de personas en la zona.
La también panista Silvia Guadalupe Garza Galván planteó la necesidad de llevar a cabo un trabajo entre México y Estados Unidos para combatir, mitigar y erradicar los efectos del cambio climático, pues es preciso estar preparados ante una sequía que traerá consigo más migración por la escasez del líquido.
Mientras que el comisionado de la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos, Roberto Fernando Salmón Castelo, detalló que la problemática del agua en la frontera se debe a su sobreexplotación derivada de un “sobre-concesionamiento”.
Ésto, aunado a la falta de medición, control y derivaciones no autorizadas de agua, así como al uso anárquico del líquido en las unidades de riego, manifestó.
Señaló que para tener una distribución más equitativa es necesario desarrollar un reglamento para el uso del agua en el Río Bravo y la restitución de los escurrimientos vírgenes para que se utilicen bajo un modelo de planificación.
Actualmente, la distribución de agua entre México y Estados Unidos pasa por el ciclo número 34, existe un almacenamiento de tres mil millones de metros cúbicos, y el ciclo pasa por su cuarto año, en el que México debería de haber aportado a Estados Unidos 192.7 millones de metros cúbicos, pero ha entregado 141.36.