(AP) — Dos de las jóvenes estrellas en ascenso del partido republicano: el nuevo presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y el precandidato presidencial Marco Rubio, realizaron cálculos similares en su camino rumbo al progreso político: Ambos dieron marcha atrás a sus esfuerzos por una reforma migratoria integral.
El radical giro de Ryan y Rubio subraya las dificultades del partido republicano con el tema migratorio, en el que las políticas que atraen a los votantes jóvenes y de las minorías podría representar repercusiones en la base conservadora. En una campaña en la que el discurso incendiario de Donald Trump parece haber impulsado el debate, ellos renuevan preguntas sobre si Washington alguna vez será capaz de dar con una solución para el disfuncional sistema inmigratorio del país.
En el caso de Ryan, emergió como el candidato de unidad para la presidencia de la Cámara de Representantes la semana pasada al asegurarle a los conservadores que no propugnaría por una legislación para una reforma migratoria integral mientras el presidente Barack Obama estuviera en la Casa Blanca.
Rubio, durante su campaña presidencial, repetidas veces se ha desvinculado de la propuesta migratoria bipartidista en el Senado de la cual fue coautor hace dos años, y ahora ha subido en las encuestas.
Tanto Ryan, de 45 años de edad, como Rubio, de 44, han llevado cuidadosamente el tema, nunca desaprobando en específico los objetivos de una reforma migratoria integral, sino enfocándose en la seguridad fronteriza y el ejercicio de la ley, y culpando al proceso o la política.
Ryan señala que la reforma migratoria no es viable con Obama en la Casa Blanca, debido a que el presidente ya demostró que no se puede confiar en él al haberse saltado al Congreso en el tema para emitir una orden ejecutiva para limitar las deportaciones.
“Ya ha demostrado que no es serio sobre ejercer la ley. Sería inútil pasar una reforma integral durante su mandato”, escribió el republicano de Wisconsin en un artículo de opinión el miércoles para el USA Today, donde agregó que el enfoque debería estar en las propuestas para asegurar la frontera o en aplicar las leyes migratorias al interior de Estados Unidos.
Rubio dijo que llegó a la conclusión de que una reforma integral como la que ayudó a escribir, que fue aprobada en el Senado en 2013 pero no en la cámara baja, no es el camino a seguir.
“La única manera de avanzar es a través de una serie de medidas que comienzan con la seguridad fronteriza”, dijo el senador de Florida el viernes en el programa “Good Morning America” de ABC. “Este asunto no se puede tocar con una legislación masiva”.
Ambos tienden a restar importancia a su apoyo previo a la posibilidad de naturalizar a unos 11,5 millones de inmigrantes que viven ilegalmente en el país, que fue uno de los temas más polémicos en la propuesta migratoria del Senado y fue censurada como “amnistía” por la mayoría de los conservadores.
Ryan alguna vez describió la posibilidad de ciudadanía como “una parte muy importante de una reforma de inmigración”, pero ha evitado discutir el tema desde que tomó el cargo de presidente de la Cámara de Representantes, aun cuando se le ha preguntado directamente.
El portal web de la campaña de Rubio, por su parte, incluye una sección dedicada a su oposición a las “ciudades santuario” que protegen a los inmigrantes, pero no profundiza en sus políticas de inmigración.
Cuando se le preguntó esta semana en Fox News Channel, Rubio dijo que está abierto a la posibilidad de que los inmigrantes que viven ilegalmente en el país se naturalicen después de 15 años bajo ciertas circunstancias.
Ambos legisladores fueron elogiados en el pasado por activistas pro inmigrantes por su liderazgo: Rubio por adoptar la iniciativa en el Senado y por tratar de convencer a la comunidad conservadora, y Ryan por trabajar tras bambalinas en la cámara baja y por tratar de hallar una solución legislativa ahí.
Pero el telón de fondo es una campaña presidencial dominada por Trump, quien ha dicho que los inmigrantes que llegan al país ilegalmente son “violadores” que traen drogas y crimen.
Tales pronunciamientos han empujado a los republicanos a la derecha, aun cuando algunos líderes de su partido insisten en que necesitan un candidato que adopte una propuesta de ley de inmigración y recupere votantes latinos y asiáticos que han estado abandonando al partido.
“Si no hacemos algo sobre reforma inmigratoria y la gente anda por ahí diciendo que son violadores y asesinos, obviamente la reacción de la comunidad hispana es muy negativa”, dijo el senador John McCain.