NUEVA YORK (AP) — Una nueva tormenta, que entorpeció los esfuerzos de ayuda y reparación tras los daños dejados por Sandy en Nueva York y Nueva Jersey, se alejó de la zona el jueves, luego de derribar árboles y cables eléctricos, aunque sin agravar demasiado la devastación.
Numerosas viviendas, desde el barrio neoyorquino de Brooklyn hasta zonas de la costa de Nueva Jersey y Connecticut, afectadas por apagones luego del paso de la supertormenta Sandy, volvieron a quedar sin suministro eléctrico, bajo temperaturas cercanas al punto de congelación.
“Estoy bien, aun cuando no tengo energía eléctrica”, dijo Iliay Bardash, de 61 años, quien se dedica a programar computadoras y ha sido afectado por el apagón desde la semana anterior. “Las cosas no empeoraron y estoy agradecido por ello”.
En Nueva Jersey, las empresas eléctricas reportaron 400.000 apagones el jueves por la madrugada. Cerca de 20.000 se presentaban en viviendas que no habían perdido el suministro de electricidad por Sandy.
En la ciudad de Nueva York y en Westchester, más de 70.000 consumidores estaban sin electricidad, incluidos 55.000 por la nueva tormenta.
Había 60.000 inmuebles sin electricidad adicionales en Long Island, donde más de 300.000 consumidores carecían de suministro.
“Sólo hace más frío ahora”, dijo Anthony Gragnano, que reside en Lindenhurst, Nueva York, dentro de una zona de Long Island gravemente afectada. “No tenemos todavía calefacción ni electricidad, pero salvo por un poco de nieve estamos bien”.
El sótano en la casa de Gragnano se inundó, y la familia tiene electricidad gracias a un generador. Se desconoce cuándo se normalizará el suministro.
Las carreteras en Nueva Jersey y la ciudad de Nueva York estuvieron abiertas para el tránsito matutino, y las vías del tren operaban con normalidad, pese a que la nieve seguía cayendo en algunas áreas.
Como lo pronosticaron los meteorólogos, la tormenta estacional generó rachas de viento, lluvia y nieve, pero no derivó en las inundaciones que algunos habían previsto.
En circunstancias normales, una tormenta como la más reciente no habría sido noticia. Pero en buena parte de la región permanecen abiertas las heridas dejadas por Sandy. El sistema eléctrico es todavía muy frágil y algunas víctimas de la supertormenta siguen sin recuperar sus casas o sus vehículos.
Muchos residentes, sin calefacción, han debido soportar el intenso frío.
Entre Connecticut y Rhode Island se acumularon entre 7,5 y 15 centímetros de nieve (entre tres y seis pulgadas). En Worcester, Massachusetts, hubo 17,5 centímetros (ocho pulgadas), y en Freehold, Nueva Jersey, el nivel de la nieve rebasó los 30 centímetros (un pie).
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