México vs. Costa Rica, de corretizas y asombro

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La carrera de los elementos de seguridad para atrapar a un espontáneo y la manera como cubrieron al árbitro asistente al final del México vs. Costa Rica fueron dignas de la mejor defensiva.

El partido que significó la clasificación del Tricolor a Semifinales de Copa Oro duró lo suficiente y le sobró adrenalina como para que al final Javier Hernández y Héctor Moreno vivieran el penal decisivo como cuando la Selección clasificó de rebote al Repechaje para Brasil 2014.

Famosas fueron las escenas de “Chicharito” en la banca mexicana en el Estadio Nacional de San José celebrando un gol ajeno, el de Estados Unidos, que mantenía al equipo con vida para ir al último Mundial.

Esta vez, el delantero descartado por lesión, junto con Moreno, se emocionó de manera similar en la boca del túnel que daba a la cancha.

“¡Es penal!”, exclamó emocionado.

Así terminó un partido que durante 120 minutos fue de 0-0 porque hasta la compensación cayó el gol de Andrés Guardado.

Antes, la afición que casi llenó la casa de los Jets y Gigantes de la NFL con un entradón de 84 mil personas se resignaba en su sector mexicano a corear el dominio infructuoso del Tri con “olés” pues estaban ávidos de festejar algo.

Más atrás intentaron un insípido “Cielito Lindo” pero fue el espontáneo que brincó a la cancha cuando terminó el segundo tiempo y los jugadores de ambos equipos estaban tendidos frente a sus respectivas áreas técnicas lo que terminó por emocionarlos.

El fanático pisó un par de metros de cancha y de inmediato fue interceptado. El Policía que lo detuvo lo sometió y envió al césped, donde un segundo elemento se le aventó con el antebrazo sobre el cuello que provocó un grito doloroso en gran parte del estadio.

Por lo mismo, los agentes de seguridad fueron bañados con cerveza y más o menos como sacaron al espontáneo debieron custodiar al asistente Eric Boria, quien fue perseguido por al menos tres jugadores ticos tras el gol mexicano.

Furibundos, parecía que sus reclamos podían pasar de los reclamos a al menos el empujón. Eso y más debieron aguantar los árbitros, que desde el final del primer tiempo recibieron en el medio campo una comitiva molesta de jugadores del Tri, que desde el inicio del juego se notaban predispuestos a reclamar cualquier decisión, aunque no la que derivó en la victoria.

[MEDIOTIEMPO]

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