NOGALES, Arizona, EE.UU. — Un grupo de influyentes senadores estadounidenses a cargo de redactar y negociar los detalles de un paquete de reformas de la ley de inmigración anunció el miércoles que espera hacer público su proyecto de ley cuando el Congreso vuelva a sesionar el próximo mes, al tiempo que se reanudaban las conversaciones entre los sindicatos y empresarios sobre las visas para trabajadores poco calificados.
Las negociaciones sobre las visas quedaron en el limbo el viernes cuando el Congreso entró en receso, pero los senadores dijeron que ambas partes habían señalado que estaban abiertas al acuerdo y estaban ultimando los detalles el miércoles.
La confirmación fue hecha después de que los senadores republicanos John McCain y Jeff Flake, de Arizona, recorrieron el miércoles la frontera entre Estados Unidos y México en ese estado junto a sus colegas demócratas Chuck Schumer, de Nueva York, y Michael Bennet, de Colorado.
Los cuatro senadores integran la “Pandilla de los Ocho”, un grupo bipartidista que ha dedicado varias semanas a la redacción de un proyecto de reforma de inmigración.
Schumer dijo que su primera visita a lo largo de la porosa frontera le confirmó que se necesita más tecnología para mantener alejados a los traficantes de drogas e inmigrantes sin autorización legal.
“Uno puede leer y puede estudiar, y puede hablar, pero hasta que uno ve las cosas por sí mismo no se cambia la realidad”, destacó Schumer. “Podré explicarle a mis colegas. Muchos de ellos dicen: ¿Por qué necesitamos hacer más en la frontera? Y lo necesitamos”, agregó.
El grupo de legisladores hizo el recorrido por la frontera en momentos en que culmina un proyecto de ley destinado a garantizar la seguridad fronteriza e iniciar el proceso de nacionalización de 11 millones de inmigrantes que residen en el país sin autorización legal.
El presidente Barack Obama instó al Congreso a que apruebe una reforma a la ley de inmigración este año, a la vez que el senador McCain y otros republicanos destacan la urgencia de asegurar la frontera, afirmando que hay tramos limítrofes cuya seguridad deja mucho que desear.
Los cuatro senadores visitaron el miércoles la frontera por tierra y por aire, revisando aviones de vigilancia tripulados y no tripulados, y varios tipos de vallas. Asimismo observaron la actividad de entrada y salida de los vehículos entre Estados Unidos y México bajo el escrutinio de agentes fronterizos en un punto de control en Nogales, Arizona.
“De muchas maneras, cualquiera que sea tu opinión sobre la inmigración, Arizona es un punto neurálgico”, afirmó Schumer. “Lo que he visto hoy es que tenemos material humano adecuado, pero no una tecnología adecuada”, destacó.
Dado que los legisladores republicanos y demócratas se han centrado en el asunto, la reforma de inmigración tiene la mejor posibilidad de concretarse en muchos años. Bajo la nueva ley se iniciaría un proceso de 13 años para que los inmigrantes que viven sin autorización en Estados Unidos puedan solicitar la ciudadanía, y para que se cambie el concepto sobre la seguridad fronteriza, permitiendo el ingreso de más trabajadores, de alta y poca calificación, a la vez que regulan los estándares de los negocios para verificar la identidad de su personal y su estatus legal en el país.
Las negociaciones de los representantes empresariales de la Cámara de Comercio de Estados Unidos y sindicalistas del AFL-CIO, a través de la Pandilla de los Ocho senadores habían llegado a un gran avance el viernes sobre un nuevo programa de visas para traer a 200.000 trabajadores poco calificados durante un año al país, pero las conversaciones fueron suspendidas temporalmente después que los grupos no llegaron a un consenso sobre los salarios.
Flake afirmó que las partes mostraban nuevas señales de flexibilidad y se realizaban numerosas llamadas telefónicas el miércoles sobre el asunto.
Inicialmente se había prometido concluir el proyecto para marzo. Mientras que los patrocinadores del proyecto de inmigración indicaban que debería presentarse cuanto antes, los legisladores republicanos señalaban que el proceso se había acelerado demasiado.
Si se aprueba la ley de inmigración provocaría los cambios más radicales en casi 30 años.