(mediotiempo.com). – Bastión de la defensa del Necaxa que ronda el liderato y refuerzo recién desempacado, Igor Lichnovsky no llegó a la Liga MX desde Europa del Este sino de Chile, con una historia que se remonta a la Segunda Guerra Mundial.
Una caja de zapatos en la que lo escondió su padre cambió la vida de toda su familia y permitió a sus abuelos huir del conflicto que revolucionó al mundo hace más de 70 años.
El zaguero que ha colaborado para que los Rayos sean líderes junto a Lobos, Rayados y Toluca, así como el segundo equipo menos goleado en lo que va del Apertura 2017 con solo dos tantos recibidos, contó que su familia residía en Checoslovaquia, si bien su padre había nacido meses antes en Austria.
“Y llegan a Chile, de ahí la ascendencia que tengo de la antigua Checoslovaquia, por mi apellido que hoy en día sería eslovaco, pero soy más chileno que los porotos (frijoles)”, bromeó.
Con llamados a la selección de Chile con Jorge Sampaoli y Juan Antonio Pizzi, Lichnovksy asegura que esa perseverancia que mostró su familia en tiempos bélicos le ha llevado a construir la base de una carrera promisoria.
Apodado “El Ruso” o “El Polaco”, surgió de la Universidad de Chile y antes de llegar a Necaxa pasó por el Porto, Sporting de Gijón y Valladolid.
“De ahí viene la base o la crianza que me han dado mis padres, de luchar siempre por lo que quiero, de no rendirme, de tener perseverancia”, manifestó.
Con su llegada a los Rayos valora el regreso al ambiente del futbol en América, además de que se dice a gusto en Aguascalientes, donde asegura que será la gente quien decida que algún día sea referente necaxista.
“Yo trato de venir, disfrutar, siento que siendo feliz dentro del campo doy mi máximo y hasta ahora se me ha permitido”, agregó.
“El venir acá es algo nuevo, no conocía, es América, vuelves a sentir la pasión de la gente de que llena los estadios, esa mística que tiene el jugador sudamericano, entonces me gusta”.