WASHINGTON (Reuters) – La intervención militar de Francia en Mali ha revivido las tensiones transatlánticas sobre asuntos de seguridad, esta vez con un campo de batalla clave en la lucha contra el terrorismo en liza, junto con la consternación de quienes critican al presidente Barack Obama por ser demasiado reacio al uso de la fuerza militar.
Según entrevistas con altos cargos de ambas partes, los franceses se han quejado en privado sobre lo que consideran un apoyo miserable y tardío de Estados Unidos a su despliegue de tropas, cuyo objetivo es detener el avance de los milicianos aliados con Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
Los estadounidenses cuestionan si la intervención armada del presidente francés, François Hollande, que va a entrar en su tercera semana, estaba unida a una estrategia de salida analizada con detenimiento.
Hollande llamó el jueves 10 de enero a Obama y, en una breve conversación sobre Mali, comunicó al líder estadounidense que Francia iba a iniciar una importante operación militar en el país del norte de África.
Hollande tenía prisa y llamó a Obama para informar, no consultar, según responsables franceses y estadounidenses. El embajador de Francia en Mali había enviado un mensaje urgente a País advirtiendo que si caía la ciudad estratégica de Mopti a manos de los milicianos islamitas, no habría nada que hacer para evitar que capturaran la capital, Bamako, y hacerse con el control de todo el país.
Francia inició su operación militar el 11 de enero.
“Si no hubiéramos intervenido, toda la región se habría convertido en un nuevo ‘Sahelistán”, dijo un alto cargo francés, en referencia a la región africana del Sahel, en el sur del desierto del Sáhara.
Pero la sensación de urgencia de Francia se estrelló contra las preocupaciones estadounidenses sobre si París tenía un plan a largo plazo sobre Mali y sobre implicar profundamente a los militares de EEUU en un nuevo conflicto exterior cuando Obama comienza su segundo mandato, según responsables.
¿APOYO ‘MÍNIMO’ DE EEUU?
Estados Unidos ha facilitado lo que responsables estadounidense califican de apoyo de inteligencia significativo a las fuerzas francesas en Mali, y ha ayudado a transportar tropas y equipos galos al país.
Francia quiere más apoyo de EEUU y europeo para trasladar soldados y material. Con más urgencia, quiere la capacidad para repostar en el aire de EEUU para sus aviones, dicen responsables galos. Eso ayudaría a Francia a llevar a cabo ataques aéreos que alivien la presión sobre sus tropas si se topan con problemas en el norte de Mali, aseguran.
Un responsable de EEUU dijo que la petición francesa de repostar está siendo considerada activamente.
El apoyo de EEUU ha sido “mínimo” en la práctica, reconoció un responsable de EEUU bajo la condición de permanecer en el anonimato. Washington, según este alto cargo, “se lo puso difícil a Francia” cuando pidieron más apoyo y los franceses “nos lo recordarán”.
Obama, que asumió el cargo cuando Estados Unidos estaba inmerso en dos costosas guerras, ha demostrado ser cauto – muy cauto para muchos críticos republicanos – sobre las intervenciones militares en el exterior. Limitó el papel de EEUU en la campaña para derrocar al libio Muamar el Gadafi y se ha resistido durante meses a la presión de dar más apoyo a los rebeldes que luchan contra el presidente sirio Bashar el Asad.
Francia tiene 2.500 soldados en Mali, que envió para bloquear el avance hacia la capital, situada en el sur del país, de los islamistas que ocupaban el norte. Aunque las tropas francesas y malienses han hecho progresos en los últimos días, los islamistas han demostrado estar mejor entrenados de lo que Francia había anticipado.
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