El presidente de EE.UU., Barack Obama, “no quiere hablar de inmigración” en sus debates presidenciales con el republicano Mitt Romney porque “no ha hecho nada” en la materia, aseguró hoy a Efe la gobernadora de Nuevo México, Susana Martínez.
En una entrevista telefónica con Efe, la gobernadora republicana consideró que, después de que el tema de la inmigración no se planteara en el primer debate presidencial ni en el único debate vicepresidencial del pasado jueves, “se tiene que hablar” de ese asunto en la cita de este martes en Hempstead (Nueva York).
“Pero el presidente Obama no quiere hablar de eso, porque él prometió que iba a asegurar un plan de reforma migratoria en su primer año. Estamos tres años después, y no ha hecho nada”, señaló Martínez, la primera gobernadora hispana de la historia de EE.UU.
“Creo que en el debate va a ser lo mismo, porque cuando no tienen de qué hablar sobre de lo que han hecho, no pueden hablar de promesas”, añadió la política de 53 años, que se encontraba hoy en Las Vegas (Nevada) haciendo campaña para Romney.
Martínez consideró una maniobra electoral la orden ejecutiva que Obama firmó el pasado junio y que suspende, durante dos años, la deportación de hasta 1,7 millones de estudiantes indocumentados que llegaron a EE.UU. cuando eran menores.
“Lo único que está haciendo ahora el presidente Obama es hacer un arreglo temporal en el que manda la política, porque en dos años caduca”, aseguró.
“Él hizo lo que hizo para ganar el voto de latinos, porque no quiere hablar de inmigración y de cómo arreglamos el problema completamente. Romney, en cambio, dice que va a hablar el problema completamente y hacer un arreglo completo”, añadió.
Según la primera mujer gobernadora de Nuevo México, que dirige el estado desde enero de 2011, Romney “sí ha dado detalles” de su plan de reforma migratoria, aunque se le haya acusado de lo contrario.
“Romney quiere que se abra un camino para que los estudiantes indocumentados obtengan una ‘green card’ (tarjeta de residencia). Quiere empezar por un plan para no separar a las familias”, apuntó Martínez, que recordó que Estados Unidos ha deportado a una cifra récord de indocumentados bajo el mandato de Obama.
El candidato republicano ha reconocido “que los que vinieron al país con sus padres no tenían decisión” y quiere “que los que quieren estudiar o pelear por Estados Unidos puedan estar aquí legalmente”, afirmó.
Según Martínez, Romney también apoyará la versión del “Dream Act” que el senador republicano Marco Rubio se ha comprometido a presentar en la próxima sesión del Congreso en 2013, pese a que en el pasado se opuso a ese proyecto de ley que abriría un camino a la ciudadanía a ciertos indocumentados.
La gobernadora, nacida en Texas y cuyo abuelo fue un inmigrante indocumentado, no quiso profundizar en los comentarios sobre la “autodeportación” que hizo Romney al comienzo de las primarias y que ella misma criticó entonces.
“Romney está hablando de que tenemos que tener un plan, y ese plan no es para que automáticamente la gente se regrese a su país. Él sabe que se ha separado a muchas familias en los últimos tres años, y quiere que puedan reunirse”, indicó.
En el estado clave de Nevada, donde hoy Martínez estuvo “tocando puertas y haciendo llamadas” en favor de la dupla republicana, Obama lleva una ventaja del 69 % entre los votantes hispanos, según una encuesta publicada esta semana por el centro de estudios Pew.
Sin embargo, la gobernadora considera “muy posible” que Romney pueda conquistar el estado en las elecciones del 6 noviembre, “si la gente empieza a poner atención a qué va a hacer el presidente y qué no ha hecho”.
Para Martínez, que fue demócrata hasta 1995, cree que no hay que hablar de “si yo soy demócrata o republicano, sino de qué va a hacer con mi familia, si voy a seguir con trabajo, cómo van a estar mis hijos; y Romney ha cumplido con esas cosas como gobernador” de Massachussets.
Por último, la gobernadora aseguró que no tiene previsto impulsar por el momento en Nuevo México ninguna ley sobre el uso de la identificación con foto para votar, como ya han hecho 14 estados en el país en una polémica decisión, debido a que se estima que uno de cada 6 estadounidenses carecen de ella.
“Ahora no tenemos planes para ponerlo en la legislatura, pero pensamos que dentro de algún tiempo se tiene que tener ese debate en Nuevo México”, concluyó.