Grupos pro inmigrantes pidieron hoy a los directivos del Bank of America, una de las entidades financieras más grandes de EE.UU., que declaren públicamente su apoyo a una reforma migratoria que incluya una vía a la ciudadanía.
Los activistas se presentaron este martes en la sede del banco en Charlotte (Carolina del Norte), como parte de una estrategia nacional que busca llamar la atención de los ejecutivos de las grandes corporaciones para que “utilicen sus relaciones” con los congresistas republicanos, con el objetivo de que se apruebe una reforma que beneficiaría a unos once millones de indocumentados.
“Bank of America tiene sus raíces en la comunidad inmigrante”, afirmó hoy a Efe Héctor Vaca, portavoz de la organización ‘Action NC’, defensora de los inmigrantes.
Añadió que “este banco se fundó para ofrecer servicios a los inmigrantes trabajadores”.
“Tiene sentido que hagan lo correcto y apoyen una reforma integral a las leyes de inmigración y, sobre todo, persuadan a los republicanos, quienes reciben grandes contribuciones de esta institución para sus campañas políticas, y voten en el Congreso a favor de la reforma migratoria”, dijo.
En una carta dirigida a Brian Moynihan, director ejecutivo de la entidad, los grupos enfatizaron que los inmigrantes utilizan los servicios de Bank of America y son “una parte esencial de la economía del país”.
“Motivamos a la entidad a ponerse del lado de la mayoría de los estadounidense que apoyan una reforma migratoria. Cientos de corporaciones lo han hecho, inclusive compañías de la lista de las Fortune 500, y otras instituciones bancarias”, destacó la misiva.
Según la Administración de Pequeños Negocios, Bank of America es el principal prestamista de las empresas hispanas y, en los últimos tres años, la entidad financiera ha gastado cien millones de dólares en su desarrollo empresarial.
Importantes hombres de negocios como el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, presionan para conseguir el apoyo a la reforma migratoria por parte de legisladores de estados conservadores del sureste de EE.UU. como Carolina del Norte, Texas y Florida.
La estrategia ha sido reclutar a empresarios locales y enviar un mensaje unificado a las cámaras de comercio de que aprobar una ley de inmigración es vital para la supervivencia de las economías locales.