LAREDO, Texas, EE.UU. (AP) — El aumento en el número de inmigrantes que cruzan la frontera sin permiso por la punta sur de Texas ha abrumado a la Patrulla Fronteriza de manera tal que se ha quedado sin espacio para los detenidos, incluso en un sector vecino.
Agentes fronterizos en el Valle del Río Grande han hecho casi 160.000 arrestos en menos de ocho meses, un incremento de 70% respecto al año previo. La semana pasada, la agencia envió cientos de esos detenidos a Laredo para ser procesados.
Para el fin de semana, el atestamiento en las estaciones de ese sector vecino se había vuelto grave, dijo el jefe de bomberos de Laredo, Steve Landin, quien envió un inspector a revisar una estación.
“Cada una de las celdas de detención excedía su capacidad”, dijo el viernes Landin. Se volvió un problema de seguridad y “era incómodo para esas personas”. Las celdas diseñadas para alojar a entre 17 y 25 personas llegaban a tener 44, dijo.
Landin analizó el problema con la Patrulla Fronteriza y, para el martes, una inspección de seguimiento encontró que la sobrepoblación había bajado.
Berin Salas, un agente supervisor de la Patrulla Fronteriza, dijo que después de la visita del inspector de bomberos, el sector del Valle del Río Grande dejó de llevar inmigrantes adicionales a Laredo.
Héctor Garza, un representante sindical de la Patrulla Fronteriza que presentó la queja al inspector de bomberos y lo acompañó en la inspección, dijo que el sector estuvo recibiendo 400 transferencias al día la semana pasada.
“La situación empeoró mucho”, dijo Garza. Los sistemas de ventilación no eran efectivos en las celdas atestadas, por lo que las puertas se dejaron abiertas. La gente se sentaba en el piso de los pasillos; algunos fueron llevados a una zona de descarga. Al final, la agencia empezó a encerrar a las personas en camionetas y autobuses estacionados, dijo.
La Patrulla Fronteriza lidia con un drástico cambio en los sitios donde se efectúan más cruces fronterizos no autorizados, de Arizona y California hacia el sur de Texas, una tendencia que comenzó hace tres años.
El sector del Valle del Río Grande ha estado haciendo más de 1.000 arrestos al día últimamente. El sector ha traído unos 115 agentes adicionales, y ha recurrido a organizaciones caritativas privadas y al Departamento de Defensa para ayudar a vigilar una oleada de niños que llegan sin acompañantes. Incluso ha enviado por autobús y avión a cientos de detenidos hacia sectores más despejados en el oeste de Texas y Arizona para que sean procesados.
El problema se complica porque la mayoría de los inmigrantes son de Guatemala, Honduras y El Salvador, quienes requieren más tiempo para ser procesados y no pueden simplemente ser enviados de regreso por la frontera con México.
Hubo confusión el viernes cuando el comandante de la Patrulla Fronteriza que supervisa las operaciones en el sur de Texas canceló abruptamente una conferencia de prensa 10 minutos después de la hora que se había programado para que empezara.
Sara Meléndez de los Santos, portavoz de la Patrulla Fronteriza, dijo a los reporteros reunidos que el evento lo canceló Jeh Johnson, secretario de Seguridad Nacional. Funcionarios en Washington dijeron posteriormente que fue cancelado por falta de coordinación con las oficinas generales.