No cabe la menor duda de que el voto latino es atractivo.
Tanto el candidato Demócrata como el Republicano, hacen campaña con promesas de reformas migratorias en las que cada uno de alguna manera, quiere sacar provecho de ese gran pastel en cuanto a número de votos se refiere.
Tanto uno como otro se dan a la tarea de atraer el voto, haciendo promesas que quizás, nadie va a cumplir.
El candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney por su parte, prometió el lunes residencia (green card) a los inmigrantes que sirven en el ejército y a profesionales graduados en Estados Unidos en niveles de educación superior, en un almuerzo con empresarios hispanos en Los Ángeles.
“Si alguien consigue un título superior, quiero que se quede aquí, así que engrapemos una ‘green card’ (permiso de residencia permanente) a su diploma”, dijo Romney en un encuentro con la Cámara Hispana de Comercio (USHCC) .
A la misma vez, critica una medida temporal de Obama, decretada en junio y que entró en vigor el 15 de agosto, que da un alivio migratorio a los estudiantes indocumentados al suspender sus deportaciones.
“En lugar de hacer un juego político de esta manera con miles y miles de niños, trataré de implementar una reforma migratoria permanente”, aseguró Romney, claro sin mencionar detalles o si mantendrá o anulará la medida, que beneficia a millones de jóvenes.
Claro está el decir que el coqueteo con la comunidad hispana departe de los dos candidatos, sigue en pie.