9 de marzo de 2025
Ayer, el Houston Dynamo salió del Lower.com Field con un empate 0-0 frente al Columbus Crew SC, un resultado que sabe agridulce para los Forever Orange. Después de la goleada 4-1 que nos propinó Inter Miami la semana pasada, este punto en la carretera contra un equipo fuerte del Este es un respiro, pero también deja preguntas. ¿Es esto una señal de que el equipo está encontrando su rumbo o solo un parche en una temporada que ya arrancó torcida? Como fan, tengo mucho que decir sobre lo que vi anoche, lo bueno, lo malo y lo que viene para nuestros chicos de naranja.
Desde el silbatazo inicial, Columbus tomó las riendas. No es sorpresa—son subcampeones de la Concacaf Champions Cup 2024 y venían de un 1-0 contra New England en la MLS, aunque también cargaban el desgaste de un 3-0 en contra ante LAFC entre semana. Jacen Russell-Rowe y Diego Rossi intentaron una y otra vez, pero se toparon con un muro llamado Andrew Tarbell. Nuestro portero estuvo inmenso, parando cinco tiros que pudieron haber cambiado la historia. En un juego donde el Dynamo no tuvo la pelota tanto como nos gustaría, Tarbell fue el héroe silencioso que nos mantuvo vivos. Los fans en X lo aplaudieron: “Tarbell se lució,” escribió uno. Y tiene razón—sin él, estaríamos lamentando otra derrota.
Pero no todo fue fiesta. El ataque del Dynamo fue un cero a la izquierda. Ezequiel Ponce, nuestro fichaje récord, sigue sin aparecer—otro partido más sin marcar ni pesar. Ibrahim Aliyu corrió mucho, pero le faltó punch, y Nico Lodeiro, que venía de anotar contra Miami, no pudo repetir la dosis. Ben Olsen apostó por un planteamiento defensivo, cerrando espacios y esperando algún contraataque que nunca llegó. Funcionó para no perder, sí, pero ¿dónde quedó el fuego que nos llevó a la Open Cup en 2023? Este equipo se siente como una sombra de aquel que dominaba con Héctor Herrera y Coco Carrasquilla. Sin ellos, el mediocampo es un desierto, y anoche se notó.
La defensa, por otro lado, dio un paso al frente. Después de ser un colador contra Miami, Ethan Bartlow y los suyos se plantaron firme. Columbus tuvo chances, pero no las errores garrafales que nos costaron caro la semana pasada. Erik Dueñas, el joven que asistió a Lodeiro en el último partido, también mostró destellos, aunque no enough para romper el cerrojo del Crew. Es un avance, claro, pero no basta. Un equipo como el Dynamo no puede conformarse con empatar sin tirar a puerta—necesitamos más ambición.
Columbus, hay que decirlo, no estuvo en su mejor noche. Rossi y Russell-Rowe no encontraron el toque final, y el cansancio de su partido entre semana se sintió. En 2023, les metimos un 2-0 en casa con goles de Aliyu y Corey Baird, pero ayer no supimos aprovechar su vulnerabilidad. El historial dice que no ganamos en Columbus desde 2007, y aunque este 0-0 rompe una racha de 11 partidos sin sumar ahí (7 derrotas, 4 empates), no me deja saltando de alegría. Un punto está bien, pero este equipo tiene que empezar a ganar si quiere ser serio en 2025.
Entonces, ¿qué sacamos de esto? Para Olsen, este empate es un ladrillo para construir. “El resultado duele menos que contra Miami, pero seguimos buscando cómo ser competitivos,” dijo algo por el estilo tras el partido. Tiene razón en que hay que dejar de “dispararnos en el pie,” pero también es su trabajo encontrar la fórmula. La directiva, que dejó ir a Herrera y Carrasquilla sin reemplazos de peso, también tiene tarea. Ponce y Aliyu tienen que despertar, y el mediocampo necesita un cerebro—Artur no puede hacerlo todo solo.
Para nosotros los fans, este 0-0 es un respiro después del desastre contra Miami. En las gradas del Shell Energy Stadium y en las redes, seguimos siendo Forever Orange, y anoche en Columbus, los que viajaron se hicieron sentir. Pero la paciencia no es eterna. Dos partidos, un gol, un punto—no es el arranque que soñamos. El próximo sábado contra Real Salt Lake en casa es una oportunidad para enderezar el barco. Quiero ver a este equipo pelear, meter goles y recordarnos por qué los seguimos. ¿Es este empate una base o solo un espejismo? Solo el tiempo lo dirá, pero yo sigo creyendo. ¿Y tú, Houston? Radio Tierra Kaliente quiere saber qué piensas.