El partido que estaba hecho para que Javier Hernández fuera héroe y el Tri se redimiera, terminó siendo el encuentro donde el “Maza” Rodríguez acabó por consolidarse como un villano y el que mantuvo al equipo mexicano en la mediocridad en el Hexagonal.
La Selección Nacional empató 2-2 en su visita a Honduras y terminó con la racha de cuatro derrotas consecutivas, pero el resultado dejó amargura porque los verdes no pudieron controlar un partido que tenían ganado por 2-0.
El “Chicharito” había hecho lo suficiente para acallar el triunfalismo local, hasta que se acalambró al minuto 64’ y José Manuel de la Torre hizo un par de movimientos que desinflaron por completo a su conjunto porque estos se combinaron con los de Luis Fernando Suárez, quien rompió lanzas y envió a los suyos con todo al frente.
La inteligencia, madurez y paciencia que el Tri presumió durante gran parte del partido terminó por convertirse en incertidumbre y en apenas 1 punto, donde en dos Jornadas la cosecha es de 2 pobres unidades.
El visitante impuso pronto sus condiciones porque aunque Honduras salió a apretar, los verdes aguantaron, generaron lo más peligroso, con solidez atrás pero sin ser un caparazón.
Después de un par de intentos de jugadas similares, al minuto 28 el Estadio Olímpico y sus más de 37 mil asientos con sobrecupo recibieron un baldazo de agua fría con el 1-0 del “Chicharito”.
Desde veinte minutos antes, Andrés Guardado ya le había enviado un centro por izquierda que el delantero del Manchester remató desviado, hasta que en el segundo intentó acertó.
El tiempo pareció detenerse y lo único en movimiento parecía ser el delantero brincando por anotar su primer tanto en Centroamérica mientras Guardado, con la cara rojísima por el sol, festejaba con la mano en la oreja como preguntando dónde había quedado todo el escándalo.
Los locales habían inquietado poco y más bien se excedían en los disparos lejanos, hasta que al final del primer tiempo llegaron los avisos serios, primero con un remate de Carlo Costly que Héctor Moreno desvió con barrida prodigiosa y luego con un cabezazo que Bengtson desperdició en el área chica.
Ya en el complemento, luego de que Jesús Zavala casi marca un golazo de “palomita” contorsionada, Hernández puso el 2-0 con un movimiento quirúrgico, al estirar la pierna al 53’ para desviar hacia las redes un centro potente de Carlos Salcido.
Y a partir de ahí vino el declive. El “Chicharito” se acalambró y en su lugar ingresó Omar Bravo, luego Raúl Jiménez lo hizo por Giovani dos Santos, mientras que de la banca hondureña salía el delantero Jerry Palacios y se sacrificaba al contención Roger Espinoza.
Sin poder con Costly en casi todo el partido, el “Maza” no lo alcanzó en el salto que terminó con cabezazo y gol del hondureño al 76’. El estadio explotó en júbilo y ansias porque veían cerca la remontada.
Apenas dos minutos después el tono de los alaridos y la efervescencia se incrementó todavía más, cuando el “Maza” le cometió penal a Costly.
El defensa, como el resto de sus compañeros vieron como con displicencia el cobro de Jerry Bengtson, quien falló porque Memo Ochoa le atajó, pero al que obviamente no alcanzaron porque nunca se imaginaron que habría un contrarremate fatal.
Al final, el equipo mexicano debió contener la euforia local en las gradas y conformarse con el empate e incluso salvarse de la derrota, para ponerse en el segundo lugar del Hexagonal, pero todavía a falta del par de partidos en la zona esta tarde.
Lo que pudo ser un triunfo de redención terminó por ser un empate lleno de frustración y de escenario aún más cuesta arriba, de triunfo obligado el próximo martes ante Estados Unidos en el Estadio Azteca.
ARTÍCULOS RELACIONADOS
http://www.mediotiempo.com
