WASHINGTON (AP) — Un grupo de representantes demócratas y republicanos está dando los toques finales a un amplio proyecto de ley de inmigración que contempla otorgar permisos de trabajo y la perspectiva de obtener la ciudadanía a millones de personas que viven sin autorización en Estados Unidos, dijeron asesores.
Sin embargo, el camino a la ciudadanía probablemente demore por lo menos 15 años para muchos, un período más largo que el contemplado por los negociadores del tema en el Senado e incluso el presidente Barack Obama.
La iniciativa de la cámara baja, que también contempla cerrar más la frontera a los que la cruzan ilegalmente y castigar a las empresas que contratan a inmigrantes no autorizados, ha sido eclipsada por las negociaciones bipartidistas en el Senado, que se espera tome medidas primero sobre una reforma migratoria. Pero el hecho de que varios representantes, incluso algunos republicanos en ese foro controlado por los conservadores, deseen tener voz en la redacción de una reforma integral de las leyes de inmigración del país es una señal importante.
“Hemos redactado un texto con el que estamos listos para avanzar, no conceptos, sino propuestas concretas”, dijo el representante republicano John Carter, uno de los líderes del grupo, en “Capital Tonight”, un programa noticioso del canal YNN de televisión por cable en la región central de Texas.
Sin revelar detalles, Carter dijo que el proyecto de ley debe estar listo para darse a conocer en una semana o dos, y contempla visas de trabajo y un estatus legal para los 11 millones de inmigrantes que entraron al país sin autorización o que llegaron legalmente y se quedaron después de que sus visas expiraron.
“Tenemos un proyecto de ley muy integral que ofrece buenas soluciones a estos asuntos y otros”, expresó.
Se espera que el Senado presente su proyecto de ley la próxima semana.
Según dos asistentes legislativos de la cámara baja familiarizados con las negociaciones, el proyecto de ley de ese foro ofrecerá un par de posibles soluciones para los que están en el país sin autorización. Los que fueron traídos cuando eran niños podrían solicitar la residencia relativamente rápido. Las personas que trabajan en la agricultura también tendrían un camino específico a la legalización, una distinción que también está presente en el proyecto de ley del Senado.
Los millones de personas que viven en el país sin autorización podrían —después de pagar multas e impuestos atrasados, y someterse a una verificación de antecedentes penales— recibir un permiso de trabajo básico, que sería renovable. Después de 10 años, pudieran recibir la residencia legal. Según la ley en vigor en este momento, los residentes permanentes pueden solicitar la ciudadanía después de cinco años —tres si están casados con un ciudadano estadounidense— y eso probablemente se aplicaría también a los residentes permanentes en el proyecto de ley de la cámara baja.
Ese camino a la ciudadanía es más largo que el proceso que se espera en el proyecto de ley del Senado, que contempla un período de 10 años para obtener la residencia permanente pero sólo tres para la ciudadanía. El proyecto redactado por la Casa Blanca, que Obama ha dicho que ofrecerá si el proceso legislativo se empantana, también contempla un período de 13 años para obtener la ciudadanía.
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