(EFE).- Un grupo de científicos ha descubierto fosas comunes con restos de inmigrantes no identificados que habrían fallecido al cruzar ilegalmente la frontera en un cementerio en el sur de Texas, según informa este fin de semana la prensa local.
El descubrimiento del que se hace eco el rotativo Caller Times de Corpus Christi tuvo lugar en la localidad de Falfurrias, en el condado de Brooks (Texas) a unos 120 kilómetros de la frontera con México.
Los investigadores que realizaron el hallazgo forman parte del proyecto Reuniting Families (Reunificando a las familias), una iniciativa conjunta de la Universidad de Baylor y la Universidad de Indianapolis que busca identificar los restos de inmigrantes indocumentados y repatriarlos a sus familias.
Los científicos encontraron restos de hasta cinco personas en una misma bolsa, huesos de tres fallecidos en bolsas de la compra y bolsas de basura y restos arrojados directamente a la tierra, según relata Mark Collette, periodista de investigación del Caller Times en un vídeo que aparece en la web del diario.
“Para mí esto es tan conmovedor como la imagen de una fosa común que uno tiene en la cabeza y demuestra la misma falta de respeto”, dijo al Caller Times Krista Latam, una antropóloga forense de la Universidad de Indianápolis.
Los hallazgos se realizaron durante las últimas dos semanas cuando los antropólogos continuaban con su esfuerzo para identificar los restos de migrantes que mueren en remotas áreas del sur de Texas tratando de huir de las patrullas fronterizas a temperaturas que superan los 37 grados en el verano y sin agua ni sombra.
Los investigadores y sus estudiantes exhumaron el año pasado del cementerio del condado de Brooks los restos de 110 personas no identificadas.
Este año realizaron 52 exhumaciones, aunque había más de 52 personas enterradas en ese espacio.
La antropóloga de la Universidad de Baylor, Lori Baker, dijo que dado que los restos estaban mezclados y que no todas las bolsas se abrieron en el lugar, serán necesarios estudios adicionales para determinar el número exacto de restos recuperados.
Los “coyotes” que ayudan a los inmigrantes a cruzar la frontera suelen dejarlos al sur del punto de control fronterizo en la interestatal 69-C, que conduce al interior de EE.UU. para recogerlos al norte del punto de control.
Los indocumentados transitan a pie un área de 50 kilómetros en una zona inhóspita y escasamente habitada.
Varios cientos de inmigrantes han fallecido en la zona en los últimos años intentando hacer realidad su sueño americano.
El periodista del Caller Times señala que la situación ha desbordado al sheriff del condado de Brooks, uno de los más pobres del país, con una población de tan solo 7.000 habitantes.
El año pasado y ante la presión de los grupos pro-inmigrantes el condado puso en marcha una nueva política para que todos los restos descubiertos sean trasladados a la oficina del forense de Laredo para su autopsia.
Anteriormente, la oficina del sheriff se encargaba de recuperar los restos, investigar el lugar del hallazgo y encargar a una funeraria local el entierro de los fallecidos en el cementerio local.
Los funcionarios del condado dijeron al Caller Times que pagaron a la Funeraria del Angel Howard-Williams para que se encargase de los restos recuperados.
El juez del condado, Raúl Ramírez, indicó que esa había sido la práctica común durante unos 16 años. EFE