“Compra estadounidense, contrata estadounidense”.
Cuatro palabras le bastaron a Donald Trump para triunfar en el acto de campaña del estado de Wisconsin durante las elecciones presidenciales de noviembre del año pasado y defender su oposición a las visas de trabajo H-1B.
Este martes, el presidente estadounidense dio un paso al frente -precisamente, también en Wisconsin- en su promesa de frenar el “abuso del sistema de inmigración” en Estados Unidos y evitar que sus trabajadores sean “reemplazados por otros traídos de fuera”.
Para ello, firmó una nueva orden ejecutiva con la que busca endurecer la regulación de las visas H-1B, un tipo de permiso temporal que usan con frecuencia las empresas de Silicon Valley para contratar talento extranjero.
Y defiende que esas visas sólo sean usadas para traer a los expertos extranjeros más calificados y mejor pagados y “proteger a los trabajadores estadounidenses”.
1. ¿Qué es la visa H-1B?
Es un permiso de trabajo temporal que suelen usar las empresas del sector tecnológico en Estados Unidos para importar profesionales extranjeros.
La visa permite contratar empleados en sectores como ciencia, ingeniería y tecnología de la información.
El proceso se realiza a través de un sorteo y una computadora asigna a los ganadores al azar.
Los solicitantes normalmente necesitan tener un conocimiento especializado y una licenciatura o título superior en esa especialidad o en su equivalente.
La visa tiene una duración de tres años y puede extenderse por otros tres más.
Para aplicar, son necesarios (por ahora) cinco requisitos:
- Que exista una relación entre el empleado y el empleador estadounidense que lo solicita.
- Que el trabajo esté calificado como una profesión que requiera título universitario (licenciatura o equivalente) que sea necesaria para desarrollarlo.
- Que el trabajo incluya una ocupación especial relacionada con el campo de estudio del solicitante.
- Que el solicitante esté recibiendo al menos el salario actual o vigente para su ocupación.
- Que un número de visa H-1B esté disponible en ese momento para cumplir la solicitud.
Según datos de la agencia Bloomberg, las empresas (sobre todo tecnológicas) que las usan suelen pagar a sus trabajadores con visa H-1B entre US$65.000 y US$75.000 al año, mucho menos que los US$100.000 que ofrecen Google o Microsoft.
Estas visas no sólo son atractivas para las compañías que llenan sus solicitudes, sino también para los trabajadores, quienes tienen más papeletas para lograr una green card y obtener la residencia permanente en el país.
Según el diario estadounidense The New York Times, Melania Trump, la actual primera dama, usó este tipo de visado cuando comenzó a trabajar como modelo en EE.UU. en 1996 y una agencia de modelaje Paolo Zampolli dice que la patrocinó, aunque la Casa Blanca no confirmó esta información.
2. ¿En qué consisten los cambios?
Por el momento, la orden de Trump no cambiará el programa de visas H1-B de manera inmediata, pero ha pedido a cuatro agencias federales que propongan reformas.
Un funcionario de alto rango de la administración que habló con los periodistas este lunes 17 de abril dijo que el objetivo es transformar el sistema de lotería en un sistema que favorezca a los empleados mejor calificados, mejor pagados y con mejor formación.
“Estamos creando una estructura completamente nueva para otorgar esas visas. Es una transformación total del programa H-1B”, explicó.
Además, un documento que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos publicó el 31 de marzo de este año explica que ya no será suficiente con ostentar un título (por ejemplo, programador informático) para obtener esta visa.
Las compañías deberán justificar por qué quieren contratar a un profesional extranjero aportando documentación adicional que lo pruebe (por ejemplo, si tiene una formación o experiencia muy específica).
Otra posible reforma incluye aumentar los impuestos para las H-1B, dice la revista de negocios Fortune.
Y, aunque el Congreso introdujo un proyecto de reforma H-1B en enero, éste ha permanecido intacto en un subcomité sobre inmigración desde entonces.
3. ¿A cuántas personas afecta?
Cada año, Estados Unidos sortea unas 65.000 visas entre los solicitantes extranjeros. Otras 20.000 son reservadas para estudiantes de posgrado.
La demanda de este tipo de visas es tan alta que el gobierno de Estados Unidos a menudo alcanza su límite antes de cumplir una semana, días después de abrir la ventana de solicitudes.
Este año, el New York Times documentó cómo llegaron las aplicaciones en camión y aseguró que el número de solicitantes había subido “porque el futuro de la H-1B es incierto”.
En 2016, el gobierno recibió 236.000 aplicaciones en la primera semana, antes de que se decidiera cerrar el cupo.
El número de solicitantes del programa H-1B cayó a 199.000 este año, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (aunque sólo se mantuvo abierto durante los cinco primeros días).
Se calcula que hay entre 600.000 y 900.000 inmigrantes en Estados Unidos con visas H-1B.
Según el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, el 40% de las visas terminan en manos de trabajadores principiantes y otro 40% en personas con experiencia y capacidades limitadas.
La administración Trump dice que muchos de los trabajos que ocupan esas personas podrían ejecutarlos estadounidenses.
4. ¿A qué países perjudica?
Según Bloomberg, cerca del 70% de todas las visas H-1B pertenecen a trabajadores de India.
Se utilizan ampliamente en empresas de Silicon Valley que cuentan con empleados provenientes principalmente de empresas indias como Grupo Tata (ingeniería y comunicaciones), Infosys (IT), Tech Mahindra (IT) o Wirpo (IT), y les permiten contratar a unos 85.000 expertos extranjeros cada año.
Empresas de outsourcing (subcontratación) en EE.UU. como IBM o Cognizant también suelen usar visas H-1B.
Nasscom, la Asociación Nacional de Empresas del Software y Servicios de India, dijo que las empresas del país estaban siendo tratadas injustamente.
“Creemos que la campaña para desacreditar a nuestro sector está impulsada por mitos, como la idea de que los titulares de visas H-1B son ‘mano de obra barata’ y ‘entrenan a sus reemplazos’, lo cual no se corresponde con la realidad”, dijo el organismo en un comunicado.
Compañías como Microsoft, Intel y Amazon también la usan ampliamente, así como Facebook o Qualcomm (al menos un 15% de sus empleados, según datos estatales).
Un informe de Goldman Sachs con datos gubernamentales calculó que el 69% de las visas I-HB en 2015 fueron para empleados en India y el 12% (cerca de 20.000) en China.
Otros países que completan la lista son Alemania, Japón, Brasil, Filipinas, Francia, Reino Unido, Corea del Sur y México.
5. ¿Qué opina Donald Trump?
Durante la campaña electoral, el presidente estadounidense prometió suprimir por completo la H-1B.
“No deberíamos tenerla porque es muy mala para los negocios e injusta para nuestros trabajadores”, afirmó.
Sin embargo, la nueva orden ejecutiva no la elimina por completo, sino que hará más estrictos los controles para su otorgamiento.
- “Ahora mismo, el extendido abuso de nuestro sistema de inmigración está haciendo que los trabajadores de Estados Unidos de todo nivel sean reemplazados por trabajadores traídos de fuera”.
- [El proceso de asignación de la visa H-1B] “es una lotería totalmente al azar, y eso está mal”.
- “A partir de ahora la política del gobierno es promover agresivamente el uso de bienes hechos en Estados Unidos y asegurarse de que la fuerza laboral estadounidense sea contratada para hacer los trabajos”.
- “Con esta acción estamos enviando una poderosa señal al mundo que vamos a defender a nuestros trabajadores, proteger nuestros trabajos y finalmente poner a Estados Unidos en primer lugar“.
6. ¿Qué dice Silicon Valley?
Las empresas de alta tecnología aseguran que necesitan contratar personal extranjero porque no hay suficiente personal calificado nacido en Estados Unidos para llenar las necesidades de la industria.
La congresista demócrata de California Zoe Lofgren -cuyo distrito incluye Silicon Valley- dijo que el problema de los trabajadores extranjeros era real, pero que la nueva orden no cumplirá los objetivos.
“La mitad de las startups en Silicon Valley fueron creadas por personal altamente calificado de otros países”, dijo Lofgren.
“No creo que el presidente y su gabinete aprecien plenamente ese hecho”.
Por el momento, los representantes de Microsoft, Apple, Facebook, Amazon y Google no han querido hacer comentarios.
Blake Irving, el director ejecutivo de la empresa registradora de dominios web GoDaddy, dijo que apoya la idea para cambiar el sistema de H-1B y dar prioridad a los trabajadores más calificados. Dijo que su compañía recibe en torno al 20% de las visas H-1B.
Pero algunas empresas más pequeñas mostraron preocupación.
Punit Soni, director ejecutivo de Learning Motors, una firma de inteligencia artificial de seis personas que trabaja en Silicon Valley, dijo que los cambios podrían perjudicar a las startups.
Las pequeñas compañías no pueden permitirse pagar altos salarios y ya tienen problemas para atraer talento en un mercado competitivo, explicó Soni.
“Somos una pequeña startup. Todos reciben un salario que está por debajo del promedio del mercado”.