Además de justificar las negativas de Carlos Vela para negarse a los llamados del Tricolor y lamentar que los “europeos” son señalados como los culpables del mal rendimiento del Tricolor, Giovani dos Santos aseguró que el equipo azteca no encuentra su estilo y que prueba de ello son los cuatro entrenadores en el último mes.
En entrevista para el diario español “El País”, el mexicano mencionó que él incluso difícilmente puede rendir con México como lo hace en el Villarreal porque cada uno de los entrenadores de la Selección Nacional lo han colocado en una posición distinta.
“España encontró un estilo que le beneficiaba. En México han venido muchos entrenadores pero no lo han encontrado. Imponen un sistema de juego sin importarles dónde juegues en tu club”, señaló.
“Aquí (en España) juego de segunda punta y allí de volante por derecha. No puedo rendir igual”.
Bajo esa tónica, el volante incluso justificó las negativas de Vela por jugar con México.
“La gente se pregunta por qué no va Vela a la selección. Él tiene aquí un prestigio y va a México para qué, ¿para qué lo maten? Y va a jugar con otro sistema distinto a la Real. Y los que estamos en Europa nos llevamos todas las hostias”, lamentó.
Dos Santos repasó lo que ha sido su trayectoria de siete clubes en siete años y aseguró que las circunstancias le han enriquecido.
“Aprendí que venir del Barça no te garantiza nada. Porque en el futbol todo se olvida. Un día estás aquí y otro eres el peor. Vine a este club (Villarreal) para encontrar la estabilidad: buena afición, estadio, se juega bien… es el ideal”, destacó.
Señaló que sus ídolos han sido Rivaldo, Ronaldo y Ronaldinho, además de que mencionó el gol a Estados Unidos en la Final de la Copa Oro del 2011 como el mejor de su carrera.
Los dos goles y una asistencia extra en la victoria del Villarreal sobre el Valencia el domingo pasado fue el pretexto para esta entrevista, en la cual Giovani además recordó los días en que compartió La Masía, cantera del Barcelona, con Lionel Messi y Bojan.
“Me sorprendió que, con 12 años, te trataban como un profesional: te lavaban la ropa, te daban botas, el neceser, la comida, íbamos al cole todos juntos… mientras en México no había duchas, campos de tierra…”, recordó.
“En La Masia te exigen la perfección. La competencia es máxima. Coincidí con Messi. Íbamos al cole juntos. Sabía que iba a ser importante, lo veíamos todas las semanas desde el cadete A”.
En la competencia con Bojan por un puesto en el primer equipo explicó en parte su salida del club blaugrana, al mencionar que preferían a su compañero por ser catalán.
“Hubo cosas de la directiva que se manejaron mal conmigo. No me sentía a gusto con la competencia con Bojan”, explicó.
-¿Se favoreció a Bojan por ser catalán?- “Una verdad que nadie puede ocultar. Pero yo me llevaba bien con él”, respondió.
De cualquier modo, manifestó su fidelidad por querer siempre ver ganar al Barcelona, además de que lamentó que en Inglaterra, con el Tottenham, el entrenador Harry Redknapp aprovechó una fotografía en la que aparecía en estado de ebriedad para irlo marginando.
“De ahí se agarró a que salía de fiesta. Nunca fui de su agrado. Lo de la fiesta es un mito creado en torno a mí. Soy muy profesional y me cuido en la alimentación y en el descanso. Como joven, puedo salir como todos”, añadió.
Seguro de que vive mejor en España que en Inglaterra, reafirmó sus vínculos con México al mencionar que aquí vive su familia y sus amigos, mientras que guarda pocos vínculos con Brasil.
También recordó los días en que su padre organizó un equipo de futbol en Monterrey -después de vivir hasta los cuatro años en la Ciudad de México- que tanto a él como a su hermano Jonathan les llevó a la Copa Danone en París a los 12 años, y de ahí al Barcelona.
“Mani, un sevillano, iba con la selección española de visor y vino el último día y nos ofreció probar con el Barça. ‘Un hablador más que te ofrece cosas’, pensamos al llegar a casa. Y al siguiente día, nos mandaron los boletos para cinco personas para viajar a Barcelona. Para los tres hermanos y mis padres”, relató.
“Querían ficharnos a Jonathan y a mí. A Eder, el mayor, no. Y en Barcelona, el primer día jugamos un partido y ya quisieron que nos quedáramos los dos. Estaba Rifé como director de la escuela. Nos quedamos. Éramos pequeños y estábamos encantados”.
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