El proyecto de reforma migratoria integral en Estados Unidos empezó a ser enmendado el jueves en el Senado, con el examen de 32 propuestas de un total de más de 300, en gran parte republicanas, para endurecer el texto legislativo presentado.
El subcomité de Asuntos Judiciales arrancó el debate con la aprobación de un nuevo texto general, de 800 páginas, producto de nuevas deliberaciones de sus autores, cuatro demócratas y cuatro republicanos.
La primera votación de los 18 miembros del subcomité fue de 14 votos a favor de ese nuevo texto enmendado y cuatro en contra.
El proyecto, en líneas generales, ofrece una vía para la legalización y ciudadanía de 11 millones de indocumentados, a condición de que se cumplan condiciones de seguridad en la frontera sur, se refunda totalmente el sistema de inmigración al país, con mayores cuotas de trabajadores extranjeros, y se crea un sistema obligatorio de vigilancia para las empresas en todo el país.
La mayoría demócrata en el comité se impuso en esos debates iniciales.
Una enmienda del senador republicano Chuck Grassley (Iowa) para aplazar la legalización de los indocumentados hasta que se compruebe que la frontera está segura al 100% fue derrotada. “Si aprobamos esta ley como está, no habrá presión sobre este gobierno ni ninguno otro en el futuro para asegurar la frontera”, protestó Grassley.
Pero se aprobó otra de sus enmiendas, para que que el gobierno tome en cuenta los datos de la seguridad a lo largo toda la frontera de más de 3.000 kilómetros con México, en lugar de solamente los puntos de cruce de “alto riesgo”, como gesto de buena voluntad de los demócratas.
Otra enmienda, del republicano Jeff Sessions (Alabama) para completar y duplicar la valla entre México y Estados Unidos, fue también derrotada, tras comprobarse que hubiera costado más de 6.000 millones de dólares.
Debido al alto número de enmiendas, la ley se enfrenta a un largo debate en el Senado antes de pasar a la Cámara de Representantes, donde la mayoría republicana presumiblemente querrá endurecerla más.
Estados Unidos detiene y deporta cifras récord de indocumentados desde la llegada a la Casa Blanca del presidente Barack Obama, quien al mismo tiempo ha hecho de la reforma migratoria una de sus prioridades legislativas, ante una comunidad hispana que le dio de forma masiva su apoyo electoral.
La última gran reforma migratoria en Estados Unidos tuvo lugar en 1986 y, como resultado, unos 3 millones de indocumentados fueron legalizados, según los datos oficiales.
El proyecto de reforma migratoria integral en Estados Unidos empezó a ser enmendado el jueves en el Senado, con el examen de 32 propuestas de un total de más de 300, en gran parte republicanas, para endurecer el texto legislativo presentado.
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