Hace tres años, a más de 11, 500 kilómetros de distancia ocurrió la tragedia, pero tardó sólo algunos minutos en llegar la mala nueva al pie del Cerro de la Silla: Antonio de Nigris, “el Tano”, el goleador consentido de la afición albiazul, perdía la vida en Larisa, Grecia, a los 31 años de edad.
El ‘trotamundos’ del futbol mexicano dejó de existir al sufrir un infarto que cortó de tajo su carrera en el balompié y que truncó uno de los anhelados sueños que tenía junto con su hermano Aldo, jugar en alguna ocasión juntos, en un club o a nivel selección.
En aquella ocasión, en la ciudad de Monterrey, el menor de los hermanos De Nigris se encontraba concentrado con el resto del plantel de Rayados, preparando su debut en la Liguilla para enfrentar al América en la ida de los Cuartos de Final. Unas Águilas que llegaban como favoritas, en mejor momento y con la ventaja de que cerrarían en casa la serie.
A pesar del dolor, de la irreparable pérdida y de que el cuerpo de Antonio llegó a la ciudad la noche previa al choque entre albiazules y emplumados, Aldo tomó la decisión de jugar, pues si no “Toño le pegaría de no hacerlo”, y él marcó el gol del triunfo de 1-0 sobre América en ese primer cotejo. Después, lo ocurrido en el resto de esa Liguilla para Monterrey es conocido por todos los seguidores del futbol mexicano.
Aquel domingo 15 de noviembre del 2009, fecha de la trágica noticia, sigue presente en la mente de cada seguidor de Rayados, en especial de Aldo y de toda la familia De Nigris, pues a pesar de sufrir la pérdida de uno de sus integrantes, también fue el motor para que el todavía atacante albiazul brindara su mejor futbol, en sintonía con el resto de sus compañeros.
Hoy, el Monterrey está lejos del nivel futbolístico que le ha caracterizado en la era de Víctor Manuel Vucetich al timón, enfrente estará un equipo de Tijuana con ímpetu y hambre de revancha, que se sabe en mejor momento y que tratará de aprovecharlo para sacar la ventaja en el Tec y después buscará el domingo dar la ‘mordida’ final en casa.
Es quizás en estos momentos cuando además de la preparación futbolística y física se requiere de algo más. La afición de Monterrey recuerda con nostalgia y cariño al ‘Tano’, pero no de la misma manera, ni la misma intensidad o aprecio en que lo hace Aldo y todos aquellos jugadores de Rayados que tuvieron la oportunidad de conocerlo y de compartir el vestidor con él en alguna ocasión.
En aquella Liguilla del Apertura 2009, al margen del mejor momento futbolístico que pasaba el equipo albiazul, mucho se habló de la ‘ayuda divina’ y la inspiración que aportó Antonio al conjunto de la Sultana del Norte, en el momento en que más lo necesitaban y es probablemente ahora, cuando gran parte de los seguidores de la Pandilla y el mismo Aldo, recuerden hoy esta fecha especial y pueda ser nuevamente parte importante en la búsqueda de salir victoriosos ante un adversario que. al igual que hace tres años, luce más fuerte y en mejor nivel.
Lo cierto es que al momento de que ruede el balón sobre la cancha del Tecnológico, los sueños, recuerdos y sentimientos se dejan a un lado, para dar paso a 22 jugadores, que con base en el esfuerzo, valentía, inteligencia e intuición, tratarán de lograr el triunfo para su respectivo equipo.
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