Líderes hispanos: Partido Republicano debe condenar a Trump

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En esta foto del 30 de junio de 2015, el precandidato republicano Donald Trump saluda al llegar a una casa en Bedford, New Hampshire, para una fiesta. Dirigentes hispanos advirtieron al Partido Republicano que sus aspiraciones de llegar a la Casa Blanca sufrirán las consecuencias si los precandidatos no condenan categóricamente a Donald Trump, quien calificó a los inmigrantes mexicanos de violadores y narcotraficantes. (AP Foto/Jim Cole)

WASHINGTON (AP) — Dirigentes hispanos resienten la respuesta tibia de los precandidatos republicanos en relación a la descripción que Donald Trump hizo de los inmigrantes mexicanos de ser violadores y narcotraficantes.

Varios precandidatos republicanos le han restado importancia al tema, mientras que otros no le han prestado atención. El senador Marco Rubio, quien durante dos semanas evitó referirse en forma directa a las declaraciones de Trump, señaló el jueves en un comunicado que “las declaraciones de Trump, además de insultantes y erróneas, son divisionistas”. Otro hispano en la carrera, Ted Cruz, dijo que Trump es “fantástico”, “atrevido” y “dice la verdad”.

Es un momento incómodo para los republicanos que buscan más votos de la emergente población latina.

Y podría costarles mucho si más candidatos no pasan de la respuesta de Donald-será-Donald y lo condenan directamente, dijo Alfonso Aguilar, un republicano quien encabeza la Sociedad Latina del Proyecto de Principios Estadounidenses.

“Ha llegado la hora de que los candidatos se deslinden de Trump y califiquen sus declaraciones como se merecen: ridículas, infundadas e insultantes”, dijo. “Lamentablemente, perjudica al partido entre los votantes hispanos. Es un nivel de idiotismo como no había visto en mucho tiempo”.

Hasta este momento, Trump ha pagado un precio político menor que el precio comercial.

La cadena de televisión líder del mercado hispano Univisión ha desistido de televisar el concurso Miss USA, una empresa conjunta de Trump y NBC, que también rompió relaciones con el magnate. El miércoles, la cadena de tiendas por departamentos Macy’s dijo que dejaba de vender la línea de ropa para caballeros de Donald Trump, y otras empresas del sector están bajo presión para tomar decisiones similares.

El viernes, la serie de automovilismo NASCAR dijo que no llevaría a cabo su ceremonia de premiación de final de temporada en el Trump National Doral Miami. Marcus Lemonis, director general de Camping World, un importante patrocinador de NASCAR, había dicho que no participaría en la ceremonia de premiación de llevarse a cabo en una propiedad de Trump, a quien criticó por “recientes y constantes comentarios abiertamente racistas e intolerantes… en relación a inmigrantes”.

En su discurso del mes pasado en que anunció su candidatura a la nominación presidencial republicana, Trump dijo que los inmigrantes mexicanos “traen drogas, traen crimen. Son violadores. Algunos, creo, son buenas personas”.

El empresario se negó a retractarse, aunque insiste en que sus comentarios estuvieron mal construidos.

“Se han distorsionado mis declaraciones para hacerlas parecer racistas y discriminatorias”, dijo en un mensaje escrito a sus partidarios el jueves. “Lo que quiero es que los inmigrantes legales no sufran castigos injustos porque otros vienen a Estados Unidos ilegalmente, inundan el mercado laboral y no pagan impuestos”.

No obstante, sus comentarios originales no hacen distinción alguna entre los mexicanos que vinieron a Estados Unidos de manera legal y los que están aquí ilegalmente.

Esta retórica tiene oídos entre algunos de los militantes más intransigentes del Partido Republicano, que por años han considerado a la inmigración como uno de los problemas más graves del país. Pero la campaña de 2016 le da la oportunidad al partido de lograr avances con los hispanos, con varios candidatos latinos y el exgobernador de Florida, Jeb Bush, quien tiene fuertes lazos latinos, habla español y no se ha abstenido de usarlo en su campaña.

Aun así, Bush ha dicho poco más que un “se equivoca” sobre los comentarios de Trump.

“Probablemente tengamos oportunidad de tener una discusión honesta sobre eso en el escenario”, dijo Bush el fin de semana pasado mientras hacía campaña en Nevada, haciendo referencia al debate presidencial republicano.

El reverendo Gabriel Salguero, presidente de la Coalición Nacional Evangélica Latina, está muy atento a cómo responden los candidatos a la “retórica xenófoba” de Trump.

“Estamos escuchando muy, muy atentamente, no sólo a lo que los candidatos dicen sino también a lo que no dicen: los pecados de obra y los pecados de omisión”, dijo.

Entre los precandidatos al 2016:

– El gobernador de Nueva Jersey Chris Christie, que suele hablar del papel de los votantes latinos en su reelección, calificó las declaraciones de “totalmente inapropiadas”, pero luego describió a Trump como “un tipo realmente maravilloso (que) siempre ha sido un buen amigo”.

– El exgobernador de Texas Rick Perry dijo el jueves: “No creo que las declaraciones de Donald Trump reflejen al Partido Republicano”.

– Cruz dijo que le agrada Trump y considera que NBC “se compromete con lo políticamente correcto” al romper lazos con él.

– Rubio dijo que “nuestro próximo presidente debe ser alguien que una a los estadounidenses, no alguien que siga dividiéndolos”.

– El gobernador de Wisconsin Scott Walker, el exgobernador de Arkansas Mike Huckabee, la exejecutiva Carly Fiorina y el neurocirujano jubilado Ben Carson, entre otros precandidatos, han optado por callar.

Desde la campaña reelectoral de 2004 del presidente George W. Bush, ningún candidato presidencial republicano ha logrado sumar 40% de los votos hispanos. Mitt Romney tuvo un reducido 27% en la elección del 2012 contra el presidente Barack Obama.

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