Washington, EE.UU. (AP) — Las autoridades en el estado de Washington buscan rediseñar las licencias de conducir y tarjetas de identidad para poder cumplir con requerimientos federales estrictos a fin de que puedan servir como identificación aprobada por el gobierno. Entre los planes está el de emitir una licencia de conducir restringida para inmigrantes sin residencia legal en Estados Unidos.
Bajo iniciativas que se espera sean presentadas la semana entrante en la Cámara de Representantes y del Senado y obtenidas anticipadamente por The Associated Press, el estado crearía dos tipos de licencias de conducir.
A partir del 30 de noviembre de 2017, las licencias estándar vendrían marcadas con un aviso como “aplican restricciones federales” o “no válida para propósitos federales” y emitiría otras licencias —las que piden comprobar la ciudadanía estadounidense y que ya emite el estado— que ya están en uso y tendrían validez para cuestiones federales.
La gente que reside en el estado de Washington y que busca una licencia de manejo, pero que no cuenta con el estatus legal para vivir en Estados Unidos, también podría obtener la licencia restringida y tener permiso legal para conducir.
Según la propuesta, los residentes del estado no se verían obligados a obtener las licencias autorizadas federalmente. Sin embargo aquellos que no la tengan eventualmente podrían necesitar un pasaporte o pasar otros procesos de revisión para viajar dentro del país o ingresar a edificios federales. Eso incluiría a los residentes legales que no cuentan con la ciudadanía estadounidense.
Las autoridades estatales opinan que la medida hará que el estado pueda cumplir con una Ley Identificación Real aprobada en 2005 ante la ola de los ataques terroristas de 2001. Esperan que el gobierno federal les otorgue una extensión para aplicar una norma que creará las nuevas licencias marcadas.
Shankar Narayan, de la Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) capítulo Washington, dijo que la iniciativa enfrentará una importante oposición de muchos grupos. Organizaciones comunitarias han expresado su preocupación sobre obligar a grupos inmigrantes —tanto de los que viven sin permiso en el país, como los que tienen autorización pero no son ciudadanos estadounidenses— para tener las licencias marcadas.