WASHINGTON (AP) — Divididos en materia de inmigración, los republicanos de la Cámara de representantes pusieron en duda el miércoles la voluntad del presidente Barack Obama para asegurar las fronteras del país, y no se mostraron impresionados por el consejo de George W. Bush para hacer gala de un “espíritu benévolo” en un debate que incluye un posible camino a la ciudadanía para millones de personas.
Al salir de una reunión a puerta cerrada, los líderes del Partido Republicano afirmaron que prefieren un enfoque gradual en materia de inmigración, pero no ofrecieron detalles, plazos ni mención alguna de una posible ciudadanía para los aproximadamente 11 millones de inmigrantes que viven en el país sin autorización legal.
En cambio, en una declaración escrita que señaló que la Casa Blanca retrasó recientemente una parte clave de la ley de salud, el presidente republicano de la Cámara John Boehner y otros líderes dijeron que la acción ha provocado temores de que “no se puede confiar” en que el gobierno “cumpla sus promesas para asegurar la frontera y hacer cumplir las leyes en el marco de un único gran proyecto de ley como el aprobado por el Senado”.
Los legisladores que salían de la reunión de dos horas dijeron que el consejo a distancia de Bush no había surgido a lo largo de la discusión, que se concentró en cambio en la importancia de asegurar las fronteras de la nación y una desconfianza general con respecto a Obama.
La capacidad del ex presidente para influir en una nueva generación de conservadores en la Cámara era un interrogante, sobre todo porque muchos de los legisladores que cuentan con el apoyo del Tea Party llegaron al poder después que salió de la Casa Blanca, y han manifestado que se oponen con fuerza a cualquier disposición que incluya la ciudadanía.
“Nos preocupa lo que la gente dice en sus hogares, no lo que dice algún ex presidente”, declaró el representante Tim Huelskamp, ??un republicano de Kansas que ha chocado con la dirección del partido en la Cámara.
Sin embargo, el momento y el contenido de las declaraciones de Bush eran recordatorios de que muchos de los líderes nacionales del partido sienten la necesidad imperiosa de que los republicanos amplíen su atractivo entre los votantes hispanos para competir con éxito en las futuras elecciones presidenciales. Obama se llevó más del 70 % de sus votos para asegurar un segundo mandato el año pasado.
“Estados Unidos puede ser una sociedad de leyes y una sociedad acogedora al mismo tiempo”, dijo Bush en una ceremonia de naturalización en su biblioteca presidencial en Dallas.
Por su parte, los demócratas rápidamente acogieron el mensaje del ex presidente, y retaron al presidente de la Cámara John Boehner a actuar con el mismo espíritu.
Los republicanos controlan 234 escaños y los demócratas 201 en la Cámara. Aprobar una iniciativa de ley requiere 218 votos si participan todos los legisladores.
Muchos de los conservadores con poder en la Cámara de Representantes se encuentran en distritos con pocos votantes hispanos, y por lo tanto están protegidos en buena medida de la presión para actuar en materia de inmigración. Boehner ya ha rechazado la idea de llevar el proyecto del Senado a la Cámara de Representantes y ha prometido que ninguna legislación será aprobada sin el apoyo de una mayoría de los republicanos.
“Estados Unidos siempre se ha mostrado abierta a la naturalización de los inmigrantes”, dijo el senador Chuck Schumer, demócrata por Nueva York. “Ahí está la Estatua de la Libertad. Nunca se ha dicho que los inmigrantes vienen para ser ciudadanos de segunda clase. No lo vamos a permitir. Eso no sucederá”.
Obama también ha dicho que no firmará una ley que no incluya una vía a la ciudadanía.
Artículos Relacionados
http://es-us.noticias.yahoo.com/
