El presidente de EE.UU, Barack Obama, ofrecerá mañana sendas entrevistas con cuatro canales de televisión en español como parte de su campaña a favor de una reforma que permita la legalización y ciudadanía de la población indocumentada, informó hoy la Casa Blanca.
Una fuente de la Casa Blanca dijo a Efe que Obama ha invitado a la Casa Blanca a periodistas de cuatro afiliadas de las cadenas televisivas Univisión y Telemundo de Dallas (Texas), Denver (Colorado), Los Angeles (California), y el área de Nueva York y Nueva Jersey, para hablar de los avances hacia una reforma migratoria integral.
Se trata de la primera vez que las cuatro entrevistas se concederán a canales en español como parte de la serie “En vivo desde la Casa Blanca”, indicó la fuente.
Los cuatro presentadores locales realizarán entrevistas con el propio Obama y con funcionarios de alto rango de su Administración y reportajes en directo desde el jardín sur de la Casa Blanca.
El mensaje único del mandatario estadounidense será que él “continuará luchando por una reforma migratoria bipartidista, porque es acorde con los valores de nuestra nación y está en los mejores intereses de nuestra economía”, precisó la fuente.
Durante su acostumbrada rueda de prensa, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, consideró que es difícil predecir la versión de la reforma migratoria que saldrá de la Cámara de Representantes pero que, en última instancia, lo que cuenta es el producto al final del proceso.
Obama evaluará la propuesta migratoria que salga del eventual proceso bicameral en el Congreso y mientras tanto seguirá presionando por una reforma que permita una vía “ganada” hacia la ciudadanía de los once millones de inmigrantes indocumentados en EE.UU., dijo Carney.
“Hemos estado implicados (en el debate migratorio en el Congreso) desde el primer día”, dijo Carney, quien evitó predecir el rumbo de la reforma en la Cámara de Representantes y si esta se aprobará de forma integral o en retazos.
Pero el portavoz de la Casa Blanca insistió en que Obama apoyará una reforma migratoria que incluya “una vía clara hacia la ciudadanía” de los indocumentados.
Esa vía tendrá que ser “ganada” y los inmigrantes indocumentados deberán cumplir con una serie de requisitos, incluyendo el pago de impuestos y el aprendizaje del inglés, señaló Carney.
La reforma migratoria que aprobó el Senado el pasado 27 de junio “es un gran vehículo” que también debería ser aprobada por la Cámara de Representantes, bajo control republicano, observó.
Esa reforma incluye la legalización y eventual ciudadanía de los indocumentados; el reforzamiento de la seguridad fronteriza; sanciones para empresas que contraten a indocumentados; y medidas para el control de futuros flujos migratorios, entre otros elementos.
Desde la Cámara de Representantes, sin embargo, los republicanos insisten en supeditar la legalización al reforzamiento de la seguridad fronteriza, entre otras restricciones.
El presidente de la Cámara baja, John Boehner, ha advertido de que su bancada no estudiará el plan reformista del Senado y no está claro cuándo presentará su propia versión.
Lo que cuenta, subrayó Carney, es el proyecto de ley definitivo que surja del proceso de armonización bicameral “que nosotros evaluaremos -añadió- conforme a los principios” ya expresados por Obama.
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