No sólo Lucas Lobos, Christian Giménez o José María Basanta jugarán como mexicanos el Apertura 2013, ya que Federico Vilar, con más años en este país en comparación con sus originales compatriotas, también dejará de figurar como argentino.
Cuando el “Chaco” todavía militaba para Boca Juniors, Lobos todavía ni debutaba, y Basanta tenía apenas 16 años de edad, Vilar ya defendía la camiseta del Zitácuaro en la Liga de Ascenso.
Con un hijo de nombre Argentino, el acento pampero indeformable y sin pensar en jugar algún día para la Selección Mexicana, el guardameta aclara que, antes que nada, decidió naturalizarse como gesto de agradecimiento.
“El sentimiento que yo tengo hacia el país es de agradecimiento total por cómo me han abierto las puertas, por cómo me han tratado, por cómo me han dado la oportunidad”, expresó en entrevista vía telefónica.
“Tuve la posibilidad de que mis hijos también nacieran en este país, entonces es principalmente por lo que uno toma la decisión, por agradecimiento y también para acompañar el crecimiento de mis hijos que son mexicanos”.
Vilar viajó a México en el 2000 como una apuesta para alcanzar algún día la Primera División, luego de que en Argentina había militado en la categoría inferior.
Tras jugar para el Zitácuaro, filial del Atlante, escaló al Acapulco, también de Grupo Pegaso, hasta debutar con los Potros en el 2003 y ser Campeón en el Apertura 2007, antes de emigrar a Monarcas en el 2010.
“Recibí la carta hace poco más de un mes, la carta de naturalización, y a partir de este torneo ya lo juego como mexicano”, reveló.
“En lo deportivo no me cambia mucho, es una cuestión más que nada personal, una decisión propia, personal y familiar. Sigo siendo la misma persona de siempre, entregado por mi profesión, por el equipo que confía en mí”.
Más que sorprenderle encontrarse de repente con varios compatriotas argentinos convertidos en mexicanos, Vilar cree que este fenómeno es natural por la característica del balompié azteca como importador de jugadores de su país de nacimiento.
“Somos personas que hace mucho tiempo estamos en el país y me parece que si bien no conozco el por qué de cada uno individualmente, yo siento que son situaciones lógicas (el adoptar la nacionalidad mexicana)”, señaló.
El arquero decidió naturalizarse a principios del 2013, cuando inició un trámite que requiere entre 6 y 8 meses, para el cual es necesario acreditar cinco años de residencia en el país, o dos si se cuenta ya con hijos mexicanos.
Quizá con menos posibilidades que Giménez o Lobos para ser convocado al Tricolor, donde la portería es lo que menos dudas despierta, Vilar aclara que no contempla esa opción, seguramente menos cuando llegó a ser convocado por Diego Maradona para la Albiceleste en la Eliminatoria previa al Mundial de Sudáfrica, aunque finalmente no jugó para tal Selección.
“Desde lo personal no es con esa intención y no lo tengo contemplado”, manifestó. “Uno lo hace tratando de aportar lo mejor de uno para dar lo mejor y que pueda ser un aporte más dentro de México”.
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