(Notimex).- Jersey Vargas, la niña de 10 años que viajó al Vaticano para pedirle al Papa Francisco su mediación para detener las deportaciones previo a la visita del presidente Barack Obama, se reunió hoy con su padre en el aeropuerto de Los Ángeles.
Mario Vargas esperó en la terminal aérea a su hija luego de que fuera puesto en libertad bajo fianza en un centro de detención migratoria en Louisiana, tres días después de que su hija pidió al líder de la Iglesia católica que intercediera por su padre.
Jersey indicó estar muy contenta por la reunificación de su familia luego de dos años y medio de separación.
Mario Vargas fue detenido por una infracción de tránsito y fue puesto a disposición de autoridades migratorias a finales del 2011.
La menor formó parte de una coalición de organizaciones en California que viajaron al Vaticano para entregar cartas de hijos de indocumentados al Papa Francisco en vísperas de su reunión con el presidente Obama.
Momentos antes de enterarse que su padre había sido dejado en libertad, en entrevista con la cadena Univisión realizada este sábado, Jersey recordó que el Papa Francisco le dijo al oído “yo voy a hablar con el presidente”.
“Tenemos muchas razones para afirmar y decirle a todos los televidentes que la misión fue cumplida y que fue gracias al esfuerzo colectivo de todos los jefes de organizaciones que hicimos el sacrificio de venir desde California a hablar con el Papa”, señaló Juan José Gutiérrez, presidente de “Vamos Unidos USA”.
Gutiérrez mostró su optimismo agregando que “el milagro se ha logrado”, a pregunta expresa de si la reunión del Papa Francisco y el presidente Obama más allá de ser simbólica produciría resultados concretos.