Agentes de la Patrulla Fronteriza fueron atacados a pedradas cuando trataron de detener a más de 100 personas que habían cruzado la frontera de California desde México sin pasar por los puestos de control.
Varios agentes recibieron pedradas en brazos y piernas, y uno recibió un golpe en la cabeza con una botella de agua durante el altercado del domingo. No hubo heridos graves, dijo la patrulla en un comunicado. El altercado terminó cuando el grupo regresó hacia México.
“Aunque los ataques a los agentes de la Patrulla Fronteriza no son inusuales, los oficiales mostraron gran control cuando enfrentaron los peligros de este grupo inusualmente grande”, dijo en un comunicado Paul Beeson, jefe de sector de la Patrulla Fronteriza en San Diego.
Este tipo de confrontaciones a gran escala se han registrado raramente desde la década de 1990, cuando multitudes llegaban a los puestos de control o se reunían en grupos para corridas nocturnas.
La tendencia cambió cuando el gobierno lanzó la “Operación Portero” en 1994 que llevó 1.000 agentes adicionales a San Diego y después construyó una barrera de 22 kilómetros de largo y 5,4 metros de alto (14 millas y 18 pies).
El domingo, un centenar de personas entraron a Estados Unidos al oeste del retén fronterizo de San Ysidro y se habían adentrado más o menos 200 metros (un octavo de milla) cuando un agente les ordenó que se detuvieran.
El agente disparo bolillas de pimienta cuando la multitud continuó avanzando, dijo la Patrulla Fronteriza, y mientras las personas se mostraban desafiantes, llegaron más agentes y usaron “dispositivos de fuerza intermedia” para replegarlas de regreso a México.
Una fotografía distribuida por la Patrulla Fronteriza mostró que más de una decena de agentes se enfrentaron a más o menos una decena de hombres en el inclinado banco del río que está cerca de una sección del muro fronterizo.
A comienzos de este mes, la oficina anunció que los agentes tienen autorización para utilizar fuerza letal contra los que lancen piedras a pesar de la recomendación de un grupo encargado por el gobierno de poner fin a dicha práctica.
Los agentes fueron atacados con rocas 185 veces en el año fiscal 2012 que concluyó el 31 de septiembre, la segunda agresión más común contra los agentes, según el Departamento de Seguridad Nacional.
