“Paren el espionaje masivo”, “Desenchufen a Big Brother”, gritaron varios miles de manifestantes el sábado en Washington para exigir una nueva ley que reforme la legislación que autoriza los programas de vigilancia electrónica de Estados Unidos.
Doce años después de la adopción del Patriot Act, votado después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, unas 4.500 personas (según los organizadores) manifestaron ante el Capitolio y entregaron una petición firmada en internet por más de 575.000 personas. En ella se exige que los congresistas revelen “la amplitud de los programas de la NSA”, la poderosa Agencia de Seguridad Nacional encargada de la masiva interceptación de las comunicaciones.
La NSA es el blanco de numerosas críticas después de que las filtraciones del exconsultor Edward Snowden hicieran público el espionaje a millones de ciudadanos estadounidenses y de dirigentes extranjeros.
“Hoy en día ninguna llamada telefónica pasa en Estados Unidos sin que la NSA la tenga registrada. Hoy en día ninguna transacción de internet entra ni sale de Estados UNidos sin pasar por las manos de la NSA. Nuestros representantes en el Congreso dicen que no se trata de vigilancia pero no es cierto”, afirmó Snowden en un mensaje dirigido a los manifestantes y publicado el jueves en internet.
La mayoría de los manifestantes eran jóvenes de unos veinte años, congregados por una coalición heterogénea de cerca de cien organizaciones civiles como Free Press o la Electronic Frontier Foundation.
En las próximas semanas están previstas varias audiencias en el Senado para debatir una posible reforma del sistema de escuchas de la NSA.
Una manifestante con cinta tapándole la boca protesta contra los programas de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense el 26 de octubre en Washington.