NUEVA YORK (AP) — Menos dinero para reforzar la seguridad fronteriza y mayor atención a la reunificación de familias es lo que inmigrantes y activistas han pedido en los últimos días a su senador, el demócrata Charles Schumer, uno de los principales negociadores de la reforma inmigratoria que se elabora en el Congreso.
Schumer, integrante del grupo bipartidista de ocho legisladores que cocina el plan, goza de popularidad entre la comunidad hispana del estado de Nueva York, pero últimamente ha sido acusado por algunos “dreamers” o grupos como Presente.org de tener “posiciones extremas” en inmigración.
“Schumer se alía con los republicanos y habla de un proceso difícil para lograr la ciudadanía. Nuestro trabajo es dar voz a los latinos que votaron en las elecciones del año pasado. Schumer tiene que escuchar a su base electoral”, dijo el mexicano César Vargas, un líder de la Dream Action Coalition, durante una protesta de una treintena de personas el martes, frente a las oficinas del senador en Manhattan. Estas protestas se han reiterado en los últimos días.
La respuesta del legislador no se hizo esperar. Su vocero Max Young dijo que Schumer trabaja con la comunidad hispana para “aprobar un proyecto de ley migratoria que acelera la reunificación familiar y que marca un camino a la ciudadanía para lograr que los elegibles entre 11 millones de personas salgan de las sombras y obtengan un estatus legal de la forma más rápida posible”.
Los grupos también acusan al político de elaborar un plan de reforma que podría establecer periodos de espera de ocho a 10 años, para lograr la residencia permanente y aún más para la naturalización.
El senador se reunió el viernes con representantes de la coalición New Yorkers for Real Immigration Reform, que abarca más de 150 grupos locales. Muchos de esos grupos no estaban presentes en la protesta del martes.
A pesar de no dar detalles sobre la reunión a puertas cerradas, activistas que estuvieron presentes dijeron que Schumer fue “receptivo” a la hora de escuchar sus preocupaciones.
“Tenemos ganas de llegar a la siguiente fase de este proceso en que los estadounidenses puedan empezar a debatir el perfil que la reforma migratoria adopta en este país”, dijo Jackie Espósito, de la Coalición de Inmigrantes de Nueva York y quien estuvo presente en la reunión. “No hay duda de que el grupo de ocho congresistas pone énfasis en reforzar la frontera y nuestra posición y la del presidente es que ya hemos gastado demasiados recursos en la frontera”.
La propuesta de los ocho congresistas, que lleva semanas en elaboración, busca condicionar la posibilidad de la naturalización a un reforzamiento de la seguridad en la frontera y supervisar que los portadores de visas no excedan su estadía en territorio estadounidense.
El martes grupos como Presente.org, la Dream Action Coalition y Families for Freedom acusaron al senador de haber votado en el pasado a favor de legislación que destinaba enormes cantidades de dinero a reforzar la seguridad fronteriza. También lo acusaron de recibir miles de dólares en donaciones por parte de grupos de cabildeo que representan a empresas que manejan prisiones privadas de inmigrantes, algo que Schumer negó rotundamente.
“Pedimos que el senador deje de dar excusas y empiece a devolver el dinero del cabildeo de las prisiones de inmigrantes”, dijo Arturo Carmona, director ejecutivo del grupo Presente Action.
“Están totalmente equivocados”, respondió Young. “El senador Schumer no ha recibido ningún dinero de empresas que dirigen instalaciones de detención para inmigrantes”.
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