Ídolos vuelven a Chivas por la puerta grande

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Son tan pocos, que hasta parecen elegidos. Los jugadores que en los últimos años recibieron una segunda oportunidad para volver a encumbrar su nombre en los anales de la historia rojiblanca se pueden contar con los dedos de una mano.

En las últimas décadas, han sido muy pocos los jugadores que destacaron con la camiseta rojiblanca, y que recibieron una nueva oportunidad de volver a casa para demostrar dentro de la cancha que aún podían con el paquete.

Dentro de ese rango se encuentra el recientemente fichado Miguel Sabah, quien en su primera etapa en el Guadalajara tuvo altibajos y que salió para consolidar su carrera, la cual tendrá sus últimos años en la institución tapatía.

Pero además del delantero de Cancún, hubo otros pocos que tuvieron la ocasión de regresar “por la puerta grande” para hacer las cosas según la expectativa de la exigente afición de Chivas.

Uno de ellos fue Omar Bravo. El delantero de Los Mochis inició su carrera con Chivas en el Verano 2000 para irse a probar suerte a España en el Clausura 2008, tiempo que le bastó para enfilarse como uno de los goleadores históricos del Rebaño, meta que logró a su regreso en el Apertura 2009, al convertirse en el segundo mejor anotador en la historia rojiblanca, sólo por detrás del legendario Salvador “Chava” Reyes. Su regreso se vio opacado por el boom futbolístico que significó Javier “Chicharito” Hernández, apenas marcó siete goles en tres torneos.

En ese mismo equipo dirigido por José Luis Real, destacó también el regreso de Adolfo Bautista al redil. El “Bofo”, quien llegó a Guadalajara en el Apertura 2004, pronto se convirtió en un ídolo de la afición, y en los primeros siete torneos que jugó para el Guadalajara, marcó 42 goles sólo en competencias locales, y fue pieza clave para el título conseguido aquella tarde de diciembre del 2006 en Toluca.

Tras un paso de cuatro torneos en Jaguares, Bautista regresó a Chivas para el Bicentenario 2010, pero su estadía ya no le alcanzó para volver a estar a la altura de lo que fue anteriormente en el Rebaño.

Bautista fue parte del plantel que salió Subcampeón en el Clausura 2004, en donde compartió créditos en la media cancha con Ramón Ramírez, uno de los más grandes ídolos de Chivas en los últimos años.

El nayarita llegó a Chivas en la temporada 94-95, proveniente de Santos Laguna. Permaneció varios torneos en Chivas y también fue Campeón con los rojiblancos, en aquella Final en que vencieron a Toros Neza, en el Estadio Jalisco.

En el Verano 99’ se fue vendido a las Águilas del América, y le costó mucho volver a reconciliarse con la afición rojiblanca, lo cual intentó con su regreso a casa en el Verano 2002, de la mano de Hans Westerhof.

Permaneció en el equipo hasta el Apertura 2004, para luego emigrar a los Estados Unidos, donde se enroló en Chivas USA, franquicia norteamericana del cuadro rojiblanco.

Otro contemporáneo de Ramírez fue Joel “Tiburón” Sánchez, canterano de Chivas que surgió como volante de contención, pero que gracias a la visión de Ricardo Ferretti como técnico de Chivas, llegó a ser defensa central del Tri y defendió esa camiseta en una Copa del Mundo.

El “Tiburón” debutó en la temporada 91-92 y defendió los colores rojiblancos hasta el Verano 99, donde, al igual que otros, fue vendido al América, pero tras tres torneos regresó a la querencia. Igual se quedó hasta el Apertura 2003, cuando decidió dar un paso al costado, siendo Capitán de Chivas, y estando en buen nivel futbolístico, por diferencias con el dueño, Jorge Vergara.

Es la historia de varios jugadores que se consagraron en el Rebaño, y que, al igual que hoy ocurre con Miguel Sabah, se les abrieron de vuelta las puertas de Chivas, aunque no a todos les fue tan bien en su regreso a la institución.

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