OAKLAND, California, EE.UU. (AP) — Autoridades locales se han sumado a las exigencias de que el jefe de la policía del condado de Alameda, Greg Ahern, deje de detener a inmigrantes de acuerdo a un programa federal que ha resultado en la deportación de casi 2.000 residentes desde 2008.
De acuerdo con la publicación Oakland Tribune (http://bit.ly/Zeu3Vv ), el superintendente Richard Valle presentará el martes una resolución en la que se apremia al alguacil a que se retire del programa voluntario Comunidades Seguras, en el que las autoridades locales entregan las huellas digitales de quienes hayan arrestado a las autoridades federales.
Las huellas son comparadas después en una base de datos para verificar el historial criminal y la condición migratoria de las personas detenidas.
Valle dijo que el programa cuesta dinero al condado y resulta en un trato desigual para los residentes que afecta a los hispanos en particular.
Ahern arguye que ha acatado las políticas federales aun cuando ciudades y condados, como San José y San Francisco, han suspendido su cooperación con el programa.
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