Emanuel Villa acababa de anotar el último gol en la goleada de Tigres 4-1 sobre Toluca cuando la porra de Tigres comenzó a festejar contra el alambrado que separa la tribuna de la cancha.
De acuerdo con Everardo Contreras, Jefe de Seguridad del Estadio Nemesio Diez, esta acción motivó que los elementos de Servicios de Logística Profesionales y policías de Toluca intervinieran para evitar que la reja se desplomara.
“Cuando celebró la porra visitante se colgaron en el alambrado, los empezamos a bajar, ellos hacen avalanchas, entonces había niños y señoras de la misma porra de Tigres (que) los empezamos a proteger pero ellos se seguían aventando”.
“Con ayuda de la policía, con el operativo que se tiene, los empezamos a sacar por arriba”, explicó en entrevista.
Aficionados con playera de Tigres y elementos de seguridad se liaron a golpes pese a que los jugadores del equipo felino que estaban cerca de la cabecera de sombra intentaron calmar la situación.
Testimonios de aficionados que estuvieron en la zona reportaron que algunos policías hicieron uso del gas pimienta que portaban y provocó que varias personas salieran con molestias en ojos y garganta.
De acuerdo con el reporte de seguridad, ocho personas fueron detenidas por los actos suscitados al final del cotejo y fueron remitidas a la autoridad “por alteración de orden” donde podrían salir libres tras pagar la multa correspondiente.
“Las mismas familias que estaban en la porra se abrieron, a las familias las sacamos aparte”, dijo Contreras, quien abundó sobre las presuntas agresiones de los aficionados.
“Aventaban cerveza, escupitajos, patadas, se quitaban los zapatos y los lanzaban, entonces se les subió para controlarlos y desalojar del estadio”.
Previo al cotejo contra los Diablos Rojos, a la porra de los felinos se les decomisaron bombas de humo y bengalas. Al final no hubo lesionados, reportó el servicio médico ubicado en el interior del estadio.
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