(VOA noticias). – El presidente estadounidense, Donald Trump, y el presidente ruso, Vladimir Putin, un veterano empresario y exespía, se estrecharon la mano el viernes antes de la reunión cara a cara más esperada en el marco de la cumbre del G-20, en Hamburgo, Alemania.
Ambos líderes se reunieron durante una reunión informal de líderes del G-20 al comienzo de la cumbre, con el presidente estadounidense reforzando su apretón de manos tocando al líder ruso en el brazo.
En un video del encuentro, Trump fue mostrado más tarde dándole palmadas en la espalda a Putin. Los dos hombres sonrieron.
En una breve intervención con los medios ambos mandatarios fueron muy diplomáticos y el presidente ruso dijo que después de varias conversaciones teléfonicas era “un gusto conocerlo en persona” en referencia a Trump.
Mientras asesores tomaban sus asientos en torno a una amplia mesa, Trump le dio la mano a Putin y ambos sonrieron. Trump le dio una palmada amistosa en la espalda a Putin en momentos en que están los dos juntos de pie.
El video fue subido a Facebook por el gobierno alemán. Es la primera vez que se encuentran cara a cara los líderes de las dos potencias mundiales, aunque los dos han hablado por teléfono desde que Trump asumió la presidencia en enero.
Los mandatarios tienen programada una reunión más formal en pocos momentos, para hablar de crisis mundiales como la de Siria y las provocaciones de Rusia en Ucrania.
Será un encuentro a puertas cerradas, con solo los dos presidentes, sus dos jefes de la diplomacia, Rex Tillerson y Sergei Lavrov, y dos intérpretes. La Casa Blanca ha programado 35 minutos para la reunión, un tiempo relativamente corto para todas las expectativas alrededor del encuentro.
Trump dijo en un tuit el viernes, antes de llegar a la cumbre: “Espero con entusiasmo todas las reuniones con líderes mundiales, incluyendo mi reunión con Vladimir Putin. Mucho que discutir”.
Y en otro prometió: “Voy a representar bien a nuestro país y lucharé por sus intereses! Los medios de noticias falsas nunca me dan cobertura exacta pero a quién le importa! Vamos a #MAGA [hacer grande a Estados Unidos de nuevo]”.
El jueves, Trump se negó nuevamente a reconocer esa posibilidad. “Pudo ser Rusia o pudo ser alguien más, no lo sabemos”, dijo al esquivar la pregunta directa de si creía que ellos eran los responsables de interferir en la elección. Pero horas después en un discurso instó a Rusia a poner fin a sus “actividades desestabilizadoras en Ucrania y en otros lugares” y detener su apoyo a Siria e Irán.
Rusia quiere que EE.UU. le regrese dos complejos expropiados por el gobierno del presidente Barack Obama en Nueva York y Maryland, como parte de las sanciones por la interferencia en las elecciones. También busca alivio a las sanciones impuestas tras la anexión rusa de Crimea y su apoyo a los separatistas prorrusos en Ucrania.
Todo esto significa que cada expresión facial y gesto físico será analizado tanto como cualquier palabra que ambos líderes expresen mientras el mundo evalúa cómo se relaciona el magnate estadounidense con el exespía ruso.
El temor en Washington es que Trump, un novato en la política cuyo equipo sigue desarrollando su estrategia frente a Rusia, esté menos preparado que Putin, que ha lidiado con los dos últimos ocupantes de la Casa Blanca y decenas de líderes mundiales.
Legisladores estadounidenses de ambos partidos dicen que Trump debe confrontar a Putin por el tema de las elecciones. Varios senadores demócratas advirtieron el jueves que Trump caería en “severo abandono” de sus funciones presidenciales si no lo hace y exigieron que deje claro que las interferencias en la democracia estadounidense no serán toleradas.
“Las próximas elecciones no pueden ser un parque de diversiones para el presidente Putin”, dijo el líder de la minoría, Chuck Schumer.
Pero Trump ganó alabanzas de al menos un republicano de línea dura en el Congreso tras su discurso en Varsovia. “Este es un gran comienzo para una semana importante de la política exterior de Estados Unidos”, dijo el senador republicano Lindsey Graham, que a menudo ha sido crítico de Trump en temas de seguridad.
Antes de la reunión con Putin, Trump tiene previsto otro encuentro difícil con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien poco después de la investidura de Trump canceló una reunión en la Casa Blanca debido al desacuerdo sobre la insistencia de que México pague el muro fronterizo que detenga la inmigración de indocumentados.