El Tribunal Supremo de Estados Unidos asestó este martes un duro golpe al presidente Barack Obama al suspender un ambicioso programa que busca limitar las emisiones contaminantes de las centrales térmicas.
La más alta instancia judicial estadounidense se pronunció a petición de 27 Estados, en gran parte de mayoría republicana, que criticaban el plan de Obama en favor de las energías limpias, un pilar de su política para luchar contra el calentamiento global.
La decisión del máximo tribunal se tomó por cinco votos contra cuatro. Los cuatro jueces progresistas de la Corte expresaron su desacuerdo con el fallo, tomado con una sorprendente rapidez.
El Tribunal Supremo suspendió concretamente la aplicación del Clean Power Plan (‘Proyecto para una Energía Limpia’), elaborado por la Agencia de Protección del Ambiente (EPA) estadounidense, que impone a las centrales eléctricas reducciones draconianas de sus emisiones de gases de efecto invernadero -del 32% respecto a los niveles de 2005-, antes de 2030.
Ese conjunto de medidas federales estuvo en el centro de los compromisos que presentó Washington para preparar la conferencia climática de París y llegar al acuerdo adoptado a mediados de diciembre pasado por 195 países.
Pese a ello, la Casa Blanca reafirmó el martes su “confianza” en la legalidad de su plan de lucha contra el cambio climático.
“Estamos en desacuerdo con la decisión de la Corte Suprema de suspender el ‘Clean Power Plan'”, subrayó la presidencia en un comunicado, al tiempo que manifestó su convicción de que el plan está fundado “en bases técnicas y legales sólidas”.
El precandidato presidencial demócrata Bernie Sanders estimó a su vez “profundamente decepcionante” la decisión del Corte Supremo.
– Los republicanos claman “victoria”-
Patrick Morrisey, fiscal de Virginia occidental, Estado que estuvo en primera fila en la oposición a la ley, saludó por el contrario en Twitter esta “victoria monumental” y “sin precedentes”.
El jefe de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se congratuló a su vez por el freno a unas medidas basadas en “un abuso de poder ilegítimo”.
“Los reglamentos de la administración (Obama) destruirían empleos, aumentarían los costos y disminuirían la viabilidad de nuestro aprovisionamiento en energía”, aseguró.
El ‘speaker’ (presidente) de la Cámara, el republicano Paul Ryan, dijo que se trató de “una victoria para la población y la economía” de Estados Unidos.
Luego del fracaso de un conjunto de medidas legislativas sobre el tema energético al comienzo de su presidencia, Obama se había apoyado en la EPA, una agencia vista con desconfianza, e incluso con hostilidad, por una parte del campo republicano.
Pero ahora las nuevas reglas que la EPA impulsó han sido suspendidas, a la espera de la decisión de una corte de apelaciones.
La decisión de la Corte sorprendió el martes por su dureza y también porque no es habitual que el templo del Derecho en Estados Unidos intervenga en un asunto que está aún siendo examinado por jurisdicciones inferiores.
De todas maneras, Obama verá fuertemente disminuidas las posibilidades de que su emblemática reforma sobre el clima vea la luz en lo que le queda de mandato, que concluye en menos de un año.