Los jóvenes viven peor que sus padres en EE.UU., excepto los latinos

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(VOA noticias). 10 enero – Además de la estrechez económica en la que viven, los “millenials” se están apartando de los patrones establecidos en cuando al tiempo que toman para salir de casa

Si tiene quejas de que sus hijos mayores no se han ido de casa y formado su propio hogar debe leer esto: Los jóvenes de la generación del milenio —excepto los latinos—en Estados Unidos viven peor de lo que vivían sus padres de la generación del llamado “baby boom” que nacieron después de la II Guerra Mundial.

Con una mediana de ingresos de $40.581 dólares por hogar, los jóvenes ganan un 20% menos que sus padres en la misma etapa de su vida pese a tener más educación, según un nuevo análisis de datos de la Reserva Federal realizado por el grupo activista Young Invincibles.

Los jóvenes latinos son la excepción: ganan casi un 29% más que sus predecesores de la generación del baby boom, $30.436 dólares, aunque esto probablemente se debe a que sus padres llegaron como inmigrantes y consiguieron empleos que los situaron en las escalas más bajas de ingresos.

De manera parecida, los ingresos medianos para “millennials” negros han caído sólo un 1,4%, a $27.892 dólares.

Cambio de patrones

Pero además de la estrechez económica en la que viven, los “millennials” se están apartando de los patrones establecidos en cuando al tiempo que toman para salir de casa, rentar un apartamento, comprar vivienda o formar un nuevo hogar.

En 2012, el 36% de los jóvenes adultos estadounidenses entre 18 y 31 años todavía seguían viviendo con sus padres. Es la porción más grande en cuatro décadas, según datos de 2013 del Pew Research Center.

El análisis publicado el viernes da datos concretos sobre una preocupante brecha generacional, que ayuda a explicar buena parte de la ansiedad que caracterizó a las elecciones de 2016. Los jóvenes tienen la mitad de valor neto que los miembros de la generación del milenio. Su tasa de vivienda en propiedad es más baja y su deuda estudiantil considerablemente mayor.

La brecha generacional es un dilema clave para la próxima presidencia de Donald Trump, que básicamente prometió el regreso de la prosperidad de posguerra en Estados Unidos. El análisis también apunta a problemas de cultura e identidad que dividieron a muchos votantes, indicando que los “millennials” blancos —que siguen ganando mucho más que sus iguales negros y latinos— han sufrido el descenso más brusco de ingresos en comparación con la generación de posguerra.

Andrea Ledesma, de 28 años, señaló que sus padres ya tenían una casa y varios hijos a su edad.

Las cosas son distintas para ella. Ledesma se graduó de la universidad hace cuatro años. Tras pasar por varios empleos, gana $18.000 dólares haciendo pizzas en Classic Slice, en Milwaukee. Comparte un apartamento de dos habitaciones con su novio y tiene una deuda estudiantil de $33.000 dólares.

“La vida no es así ahora, no es algo por lo que la gente luche y ni siquiera es algo alcanzable, y yo creí que lo sería a estas alturas”, dijo Ledesma.

Su madre, Cheryl Romanowski, de 55 años, ganaba unos $10.000 dólares al año a su edad y trabajaba en un banco sin educación universitaria. Esos ingresos equivaldrían ahora a unos $19.500 dólares.

Romanowski dice envidiar las opciones que tiene su vida en la vida, aunque admitió que lo tiene más duro que ella.

“Creo que las oportunidades se han ido desvaneciendo”, dijo.

El factor educación

La educación ayuda a mejorar los ingresos. Pero la mediana de persona joven con educación universitaria y deuda estudiantil sólo gana ligeramente más de lo que ingresaba un “baby boomer” sin educación superior en 1989.

La tasa de propiedad de vivienda para ese grupo demográfico cayó al 43% desde el 46% en 1989, aunque la cifra ha mejorado para jóvenes con educación universitaria en comparación con la generación de sus padres.

Los “millennials” tienen un valor neto mediano de $10.090 dólares, un 56% menos que la generación de posguerra.

Los blancos siguen ganando bastante más que los negros y latinos, reflejando la herencia de discriminación en empleos, educación y vivienda.

Sin embargo, en comparación con los blancos del baby boom, algunos jóvenes blancos parecen atrapados en un patrón de movilidad a la baja. Este grupo ha visto caer la mediana de sus ingresos más de uno 21%, a $47.688 dólares.

El análisis encaja con un patrón más amplio de menos oportunidades. Un estudio económico dirigido el año pasado por Raj Chetty, de la Universidad de Stanford, determinó que los nacidos en 1950 tenían un 79% de probabilidades de ganar más dinero que sus padres. Esa cifra cayó de forma continuada en las últimas décadas, de modo que los nacidos en 1980 tenían apenas un 50% de probabilidades de ganar más que sus padres.

La tendencia se ha producido a pesar del aumento de la educación superior entre los jóvenes estadounidenses. La proporción de jóvenes entre 25 y 29 años con un graduado universitario ha subido al 35,6% en 2015, frente al 23,2% de 1990, según señaló este mes un informe de la Brookings Institution.

Efectos en los jubilados

La fortuna en declive de los “millennials” podría afectar a los miembros de la generación de posguerra retirados o al borde de la jubilación. Los impuestos del salario de los jóvenes ayudan a financiar la Seguridad Social y las prestaciones de Medicare que reciben muchos adultos mayores, programas que Trump ha dicho no sufrirán recortes. Y esos mismos adultos de mediana edad necesitarán jóvenes que construyan sus hogares e inviertan en mercados financieros para proteger sus ahorros.

“Los desafíos que enfrentan hoy los adultos jóvenes podrían augurar los desafíos que veremos en el futuro”, indicó Tom Allison, subdirector de política e investigación en Young Invincibles.

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