Menores de edad, en las filas de los autodefensas de Michoacán

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Pese a su corta edad, dejaron de utilizar libros y de jugar a la pelota. Sin medir riesgos, niños y adolescentes de distintas localidades de la entidad participan con los grupos de autodefensa presuntamente constituidos para “limpiar” el estado de Caballeros Templarios.

Líderes de los grupos de autodefensa minimizan el hecho, y la propia Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) señala que no tiene reportes de menores de edad sumados a los bloques de civiles armados, principalmente en municipios de la región de la Tierra Caliente.

Sin embargo, el presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos lanza un exhorto para que se evite la participación bélica por parte de los particulares, principalmente de los niños y adolescentes.

La presencia de niños en los grupos de autodefensa viola algunos de los instrumentos internacionales que ha firmado México, entre ellos, la Convención de Naciones Unidas Sobre los Derechos del Niño, ratificada por el país en septiembre de 1990, que establece en su artículo 38 que los estados adoptarán todas las medidas posibles para asegurar que las personas que aún no hayan cumplido los quince años de edad no participen directamente en las hostilidades.

Quienes viven en los municipios involucrados o han tenido la oportunidad de viajar y conocer de cerca cómo es que se desarrollan los grupos de autodefensa, supuestamente conformados en 28 municipios del territorio michoacano, han constatado la participación de niños y adolescentes de entre nueve y 17 años de edad.

Por la red circulan múltiples videos de hombres armados trepados en camionetas circulando por diversos puntos del estado, a veces llevan pasamontañas o paliacates atados en el rostro, de manera que no es fácil detectar entre ellos quiénes son adultos y quiénes deberían estar en las aulas o en sus casas a resguardo de un familiar.

No hay versiones oficiales en las que se reconozca la participación de niños o adolescentes en las autodefensas de Michoacán. Para verlos hay que ir hasta los municipios en los que se encuentran, principalmente por las noches.

Testimonio

En charla con Cambio de Michoacán, la reportera de un medio de circulación nacional, cuyo nombre se omite porque así lo solicitó, compartió algunos de los casos que pudo observar durante sus estancias en municipios con presencia de autodefensas.

La barricada que se tenía en Cuatro Caminos, y que a la postre se retiró con la llegada de fuerzas federales, aseguró, estaba conformada en su mayoría por hombres entre nueve y 17 años. Los más grandes, de aproximadamente 19 años, eran los que portaban armas.

El caso que más recuerda, y que incluso pudo documentar periodísticamente, fue el de un niño de catorce años apodado Kika, miembro del grupo de autodefensa de Antúnez, municipio de Parácuaro.

El menor, de complexión delgada y tez morena, que desde hace dos años no va a la escuela, fue captado con un rifle AR-15 de culata recortada. Dijo haberse incorporado a las filas de las autodefensas para “sacar del rancho” a Los Caballeros Templarios.

La periodista comentó que Kika se desplazaba armado a bordo de camionetas y como cualquier adulto participaba en los rondines de vigilancia.

En el día llegó a observar en el acceso a Antúnez a un promedio de quince “chavos” mezclados con adultos, cifra que, aseguró, por las noches se incrementaba significativamente. Estos no estaban armados.

También corroboró la presencia de menores de edad en colonias de Apatzingán y en Tancítaro.

“Esos chavitos que se ven son de los que no estudian ni trabajan. Parece que en los grupos de autodefensa encontraron un pretexto para estar en las barricadas y ahí se la pasan sentados toda la mañana o todo el día, al fin que ahí les dan agua y comida”, exclamó, para enseguida aclarar que en los puntos de reunión y vigilancia no participan niñas.

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