México: peritos introducen dudas en versión oficial sobre estudiantes desaparecidos

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(bbc.co.uk). 8 febrero – Ya han pasado más de cuatro meses desde la desaparición de 43 estudiantes en México, pero el tema no cesa de causar revuelo.

Ahora, el equipo de peritos argentinos que asesora a los padres de los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa en la búsqueda e identificación de los jóvenes introdujo serias dudas en la versión oficial de los hechos.

En un largo comunicado divulgado la noche de este sábado, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) indica, por ejemplo, que no estuvo presente cuando se recuperó la bolsa con fragmentos óseos del Ríos San Juan, Cocula, claves en la versión gubernamental.

También indican que hay evidencia de varios fuegos a lo largo del tiempo en el basurero de Cocula (no solo de uno en el que habrían sido incinerados los cuerpos de los estudiantes) y que en dicho lugar se han encontrado, además, restos humanos que no pertenecen a los jóvenes.

 

La version gubernamental

Según la version divulgada por el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, los estudiantes fueron asesinados horas después de ser secuestrados en Iguala, sus cuerpos incinerados en el basuero de Cocula y los restos destruidos y arrojados al río.

Esta versión se apoya en la confesión de al menos tres personas que dijeron haber participado directamente en el asesinato e incineración, así como en diversos peritajes realizados en el lugar y en la identificación de los restos de al menos uno de los estudiantes: Alexander Mora Venancio.

Lo padres y familiares de los estudiantes siempre lo han dudado, solo reconocen la muerte del joven identificado y exigen que cada uno de sus seres queridos sea identificado de manera científica.

Ahora, el EAAF introduce nuevos elementos de duda, la todos relacionados con el basurero de Cocula, fundamental en la version oficial.

 

Cadena de custodia

Los argentinos dicen que no estuvieron presentes cuando se encontró la bolsa con restos óseos en el río San Juan. Foto Getty Images.

Los peritos sudamericanos indican que no estaban presentes cuando buzos mexicanos recuperaron la bolsa con fragmentos óseos (al parecer cinco bolsas similares fueron arrojadas a la corriente del San Juan).

Según el EAAF, uno de los fragmentos que contenía la bolsa era el fragmento que permitió la identificación de Alexander Mora.

“Por lo tanto, el EAAF no firmó la cadena de custodia correspondiente a la entrega de la bolsa de evidencia (…). (Hemos) solicitado en diversas oportunidades a la PGR la cadena de custodia de esta bolsa de restos que según indica la PGR les fue entregado por buzos de la Marina, sin que por el momento se nos entregara copia”.

Por eso la opinión de los peritos argentinos es que “no existen elementos científicos suficientes por el momento para vincular los restos hallados en el basurero con aquellos recuperados, según la PGR, en el río San Juan”.

También se indica que el 15 de noviembre peritos de la PGR recogieron evidencia en la basurero sin su presencia. Agregan que el basurero estuvo sin custodia entre el 7 y el 28 de noviembre, tiempo en el que periodistas y familiares de los jóvenes lo visitaron.

Además, señalan que entre los perfiles genéticos de los familiares recogidos por la PGR (134) y los recolectados por EAAF (135) para realizar los procesos de identificación en la Universidad de Innsbruck, se encontraron diferencias en al menos 20 de esos perfiles. Todos realizados por la PGR.

“Cabe señalar que en experiencia del EAAF, es inusual tener diferencias entre laboratorios de análisis de ADN en lo que se refiere a perfiles genéticos que emanan de muestras de sangre tomadas directamente a familiares, ya que el procesamiento de las mismas es sencillo”.

Agregan que no se entregó una explicación clara sobre por qué sucedió esto.

Sin embargo se aclara que los perfiles genéticos de los familiares de Alexander Mora no están entre los errados.

Incendios y restos

En el comunicado de siete puntos, se indica, además que en la última conferencia de prensa de Murillo Karam –el pasado 27 de enero– se presentaron conclusiones sobre la evidencia recolectada en el basurero “interpretándolas como pertenecientes a un solo evento de fuego que habría ocurrido en la noche del 26 al 27 de septiembre del 2014”.

Sin embargo, los argentinos dicen que, analizando varias imágenes satelitales (tomadas el 10 de octubre de 2010, el 28 de octubre y el 16 de noviembre de 2013), se ven signos de otros fuegos.

Los peritos argentinos dicen que el caso no debe cerrase y que la investigación en el basurero de Cocula tomará varios meses más. Foto Getty Images.

“Dichas zonas quemadas, en gran medida, corresponden a la misma sección examinada por peritos del EAAF y la PGR en octubre y noviembre del 2014. Estas imágenes muestran la presencia de múltiples episodios de fuegos en la zona del basurero por lo menos cuatro años antes de los eventos que la PGR presentó como un único evento de quema en su conferencia del 27 de enero del 2015”.

“En este sentido, los elementos tomados como diagnóstico por la PGR –aluminio, vidrio, dientes, etc– en su interpretación de la evidencia recogida en el basurero y mencionados en la conferencia de prensa del 27 de enero del 2015, pueden no corresponder a los incidentes del 26 de septiembre del 2014, sino a eventos anteriores”.

Se añade que también se encontraron restos humanos que no corresponden a los estudiantes desaparecidos.

Más investigación

Finalmente, los expertos indican que, para la investigación, la zona del basurero de Cocula se dividió en 132 cuadrícula de 15×12 metros (con extension en uno de los lados de 3×4 metros).

Hasta el momento sólo se han revisado a fondo 30 de esas cuadrículas “restando aun varios meses de trabajo para terminar de examinar las cerca de 100 cuadrículas restantes”.

Al final de su comunicado, los peritos indican que todo lo expuesto “no excluye la posibilidad de que algunos de los normalistas hayan corrido la suerte señalada por la PGR; aunque aún, en nuestra opinión, no hay evidencia científica al respecto en el basurero de Cocula”.

Por eso, dice que la investigación no debe darse por concluida y que “la evidencia física debe ser interpretada en todas sus posibilidades, sin dar preferencia a aquellas interpretaciones que solo incluyen una posible coincidencia con los testimonios de los imputados”.

Cuatro meses después de la desaparición de los 43 estudiantes, el caso parece aún lejos de cerrarse.

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